WASHINGTON.- Representantes de los guionistas en huelga y de los estudios de Hollywood han expresado en las últimas horas su optimismo, tras restablecer las negociaciones con el fin de acabar con la huelga iniciada hace cinco semanas.
Las conversaciones, que se reanudaron el martes, han resultado "sustantivas" desde entonces, según un comunicado publicado por el Sindicato de Guionistas Americanos (WGA), que agrupa a la mayoría de guionistas estadounidenses.
No obstante, el gremio reclama seguir negociando en puntos relacionados con el dinero que percibirán gracias a los pases en televisión de las películas y con la emisión de programas televisivos para Internet.
De hecho, el sindicato quiere, tras vencer el primer año del nuevo contrato, el 2,5 por ciento de los ingresos del distribuidor por los programas de televisión y las películas emitidas por Internet.
"Durante los últimos días hemos tenido conversaciones sustantivas respecto a las principales preocupaciones de los guionistas, la primera vez que ocurre durante la negociación", expresó el sindicato.
Por su parte, la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), se limitó, en un comunicado, a mostrarse esperanzada en encontrar "un terreno común" que permita a la industria "sobrevivir y prosperar".
Mientras tanto, la producción de decenas de series y programas de televisión permanece cerrada, lo que ha obligado a las cadenas a emitir reposiciones.
Para hacer algo más llevadera la situación, el presentador de "The Tonight Show" de la NBC, Jay Leno, se comprometió a pagar el sueldo perdido de sus cerca de 80 trabajadores hasta Navidad, según ejecutivos de la cadena.
Esa iniciativa la han continuado en los últimos días otros presentadores como Conan O'Brien, David Letterman o Jimmy Kimmel.
La huelga podría ocasionar unas pérdidas de 21,3 millones de dólares diarios a la economía de Los Ángeles, según la empresa privada Film L.A. Inc, que proporciona los permisos para filmar en esa ciudad.
La anterior huelga de Hollywood, ocurrida en 1988, duró 22 semanas y le supuso a la industria 500 millones de dólares en pérdidas.