SANTIAGO.- "Se acabó. Nunca más haré otra película". Así de tajante es el actor escocés Sean Connery, reconocido por sus interpretaciones del agente secreto James Bond, quien volvió a reafirmar su decisión de retirarse de la actuación para la pantalla grande, al mismo tiempo que mantiene una feroz disputa legal con un vecino.
"No hay nada que me persuada a volver a actuar", declaró Connery, quien ya había repetido su decisión de marginarse de cualquier proyecto cinematográfico, lo que lo llevó incluso a desechar un papel en la próxima cuarta parte de la saga de Indiana Jones.
Pese a las amenazas, la mujer del actor, Micheline, no cree que su esposo de 77 años cumpla su promesa. "Lo ha dicho antes en dos ocasiones y al final acabó haciendo otra", comentó.
Sin embargo, la vida de Connery no transcurre con absoluta tranquilidad. Un juez de Manhattan recientemente se quejó que tanto el actor como su vecino, el Dr. Burton Sultan, han tornado su disputa legal de forma demasiado burda y virulenta.
El caso se ha extendido por bastante tiempo y se basa en las quejas de Sultan sobre las renovaciones que realiza la familia Connery en los últimos dos pisos del departamento que poseen en Nueva York, justo en cima de los cuatro pisos que pertenecen a Sultan.
Según el médico, los trabajos han producido malos olores y llegada de roedores, además de criticar las malas maneras de Connery, llegando a calificarlo como "un hombre viejo, gordo y grosero". Connery, por su parte, ha contraatacado con varias demandas en las que se queja de las trabas que ha puesto su vecino para poder realizar renovaciones en su vivienda.