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MTV unplugged

10 de Julio de 2008 | 13:44 |

Hay pocos símbolos tan años '90 en la señalética pop internacional como el aviso de unplugged. Alternativo, MTV Latino y la palabra "desenchufado" son marcas de toda una generación lista para gastar hoy la tarjeta de crédito en la próxima temporada de nostalgia. La franquicia acústica fue invento con múltiples efectos: subió los bonos a violines y chelos, dejó instantáneas como el suéter roñoso de Kurt Cobain o esa absurda mecedora del cantante de Stone Temple Pilots y, entre lo más provechoso, contribuyó a emancipar al rock en español, desde Spinetta a La Ley y desde Café Tacuba a Los Tres. Y en esa última línea aparece ahora el disco acústico de Julieta Venegas, uno de los mejores de la genealogía.

A estas alturas ya lo había hecho hasta Ricky Martin. Sólo faltaba ella. Julieta Venegas es la última de su especie en desconectarse, y estuvo bueno esperar hasta 2008 porque su MTV unplugged tiene muy poco que ver con el pasado y más que ver con lo que viene. Es un disco de grandes éxitos, pero con un tercio exacto de canciones inéditas y nuevos arreglos para todas queda transformado además en un disco de hoy. Y cada invitado es un punto cardinal. La batuta está en manos del impagable orquestador y director brasileño Jaques Morelenbaum. La actitud es tarea de la española Mala Rodríguez, aun si ella se oye algo arremolinada ahí mismo donde Anita Tijoux rapeó con más aplomo en "Eres para mí". La influencia es de Gustavo Santaolalla, que llega a poner un banjo de bajo perfil. Y la bendición la trae la cantante brasileña Marisa Monte en "Ilusión", una de las conmovedoras canciones nuevas, compuesta a dúo.

Entre huéspedes de lujo, la anfitriona replantea su música con nuevos instrumentos, un privilegiado coro de cuatro voces entre la pianista Cecilia Bastida, la vibrafonista Natalia Lafourcade, la trompetista Sol Pereira y la percusionista Mariana Baraj, una tuba típica mexicana en "Limón y sal" y "Algo está cambiando" o las reconocibles trompetas a lo Beatle en "Mírame bien". El DVD incluido retrata además sin poses lo música innata que es Julieta Venegas, con el control natural que tiene sobre la producción y los arreglos. Y la historia de sus cuatro discos está bien representada en el repertorio, con dos canciones de Aquí (1997), dos de Bueninvento (2000), cuatro de (1993) y tres de Limón y sal (2006). Entre ellas "Sería feliz" (2000) está tocada con sobriedad y nuevos coros, y entrar a "Esta vez" (1997), con sólo voz y piano, es una auténtica máquina del tiempo y de la emoción, pero al mismo tiempo suena como una buena noticia escucharla por primera vez con el arreglo de cuerdas de Morelenbaum.

Este disco permite además ir y venir en esa historia. Están las recientes canciones de pop eficaz y directo con que Julieta Venegas se transformó en una cantante pop de alcance internacional, y en esa dirección ella veces simplifica incluso más de la cuenta las armonías originales de éxitos como "Algo está cambiando" y "Lento". Pero también están las composiciones tempranas, más libres e intuitivas, más llenas de notas y de palabras y ni un pelo menos efectivas. Y Julieta Venegas, arregladora nata, también orquesta sin la menor contradicción esas facetas. Queda demostrado con las cinco canciones nuevas del disco. Varias tienen ese optimismo del último tiempo: una de ellas es "El presente", su actual single para las radios. Otra, guardada para el final del disco, se llama "El futuro" y es una puerta abierta a la mejor Julieta Venegas.

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