Artistas de todo el mundo van a Berlín por bajos precios

BERLIN.- Si es un artista y sueña con mejorar sus habilidades por su cuenta en una pequeña buhardilla, con hambre y frío pero lleno de inspiración, entonces puede que Berlín no sea para usted.

Porque aquí no existen artistas pasando hambre.

Miles de artistas se han reunido en esta ciudad alemana, atraídos por los bajos alquileres, la comida barata, el apoyo del Estado y la posibilidad de ser parte de una comunidad que desborda de ideas, y vivir en una ciudad que en muchas formas es en sí mismo un lienzo inconcluso.

Ellos han convertido Berlín en un destino clave para pintores, actores, escritores, directores de cine, músicos y diseñadores del siglo 21.

"Tiene un ambiente maravillosamente creativo", dijo Bonaventure S.B. Ndikung, de 31 años, un artista y curador de Camerún que se instaló aquí hace más de una década.

"La ciudad es inspiradora, es multicultural, tiene diversidad y lo mejor de todo es que los costos son bajos".

En el pasado, los artistas han florecido en otras ciudades baratas durante tiempos económicos difíciles, como Nueva York a comienzos de los 70 y Londres a fines de esa misma década.

Ahora, está sucediendo en Berlín donde, por ejemplo, un pintor como Finbarr Kelleher de Irlanda paga sólo 550 euros (856 dólares) al mes por un espacioso departamento y gran taller en el moderno barrio Prenzlauer Berg.

Berlín es hogar de unos 25.000 artistas, según un estudio del comité de expertos en economía DIW. Ellos provienen de Alemania y Europa pero también de Asia, especialmente de China y Japón, y América del Norte.

DIW dijo que muchos se las arreglan con menos de 10.000 euros (15.570 dólares) al año y el ingreso anual promedio es de 18.000 euros (28.020 dólares).

La economía de Berlín es débil y su costo de vida es bajo debido a que el desempleo, a aproximadamente 15 por ciento, es relativamente alto, las propiedades para alquilar son fáciles de encontrar y el crecimiento poblacional está estancado.

"Uno es pobre pero también es libre porque no tienes responsabilidades, estás libre de las presiones de la vida", dijo Kelleher, quien vino de Irlanda vía Barcelona y se quedó después de descubrir la vibrante escena artística de Berlín en 1999.

"No tienes dinero pero uno dispone de tanta libertad y tiempo, y si lo que quieres hacer es algo creativo, lo que necesitas es tiempo", agregó Kelleher, de 39 años, quien ahora gana unos 20.000 euros al año después de inicialmente arreglárselas con menos de la mitad de eso.

Intercambio de ideas

Los atractivos de Berlín para ese grupo van más allá de los alquileres baratos y los bajos costos.

"Uno no puede ponerle precio al valor de intercambiar ideas", dijo Ndikung. "Uno puede conocer escritores, músicos o diseñadores en un café y eso puede hacerte el día. Podrás descubrir algo nuevo o solo escuchar. A nadie le importa el dinero. Todo es secundario".

El director suizo Dani Levy se mostró de acuerdo. DEl se mudó a la ciudad en 1980 y luego ayudó a iniciar lo que ahora es una de las más destacadas productoras cinematográficas de Europa, X-Filme Creative Pool.

Oriundo de Suiza, al principio se sorprendió por la pujante escena artística y vibrante contra-cultura de Berlín occidental.

"Pero, me enamoré de la escena teatral y todo el estilo del vida. Es una verdadera emoción".

La ciudad de 3,4 millones de habitantes quedó devastada durante la segunda guerra mundial y fue dividida por el Muro de Berlín durante la Guerra Fría. Los grandes bancos e industrias que habían hecho de Berlín una próspera capital europea entre las guerras abandonaron la dividida ciudad.

Sin embargo esos estragos, irónicamente, ayudaron a crear un entorno fértil para las artes. Aunque la población ha estado estancada desde 1990, esa cifra encubre una tremenda agitación: desde 1990 más de 1,7 millones de personas se fueron de Berlín y 1,7 millones se mudaron a Berlín.

"Podría resultar más bien sorprendente en un primer instante que casi la mitad de la población de la ciudad se ha ido y ha venido en los últimos 15 años", dijo en una entrevista con Reuters el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.

"Pero se debe a las grandes cantidades de personas que se mudaron a nuevos suburbios de las afueras de Berlín después de que el muro cayera y un gran número de personas, especialmente estudiantes y jóvenes, quienes se mudaron a la ciudad desde 1990".

Los artistas son recibidos por Wowereit, el primer líder político abiertamente homosexual de Alemania quien le dio a la ciudad su fresco lema "Berlín es pobre pero sexy", y ayudó a atraer compañías cinematográficas y musicales a la capital alemana desde que asumió el cargo en 2001.

Sorprende poco que Berlín aparezca como un extra gratuito en un número cada vez mayor de películas. Wowereit, quien ha aparecido en algunas producciones cinematográficas, dijo que el futuro post-industrial de Berlín estará impulsado por artistas y universidades.

"Las producciones en masa y las líneas de producción han desaparecido para siempre."

Pobre pero sexy

Berlín, luchando por evitar la bancarrota y agobiada por una deuda de 60.000 millones de euros, es en efecto pobre. Pero los artistas también se ven atraídos por el hecho de que se trata de un "lienzo en blanco", o una obra en progreso.

"Berlín definitivamente no es una ciudad rica", dijo Wowereit. "Pero tiene un abundante potencial", sostuvo.

La ciudad tiene tres universidades gratuitas con 120.000 estudiantes además de pequeñas escuelas de cine y teatro, un importante festival de cine, teatros, ocho orquestas, tres salas de ópera y cientos de galerías.

Las autoridades federales subsidian óperas, teatros, orquestas y también les ofrecen a los artistas pagarles la mitad de sus aportes del seguro social.

La población incluye 500.000 extranjeros de 180 países; hay docenas de grupos teatrales en idiomas foráneos.

Muchos extranjeros nunca aprenden alemán pero se las arreglan bien en una ciudad que podría describirse como "extraterritorial". Un artista dijo que vivió en Berlín durante meses sin darse cuenta de que estaba viviendo en Alemania.

Alister Noon es un poeta británico que se mudó a la ciudad en 1993.

"Es difícil mantenerse al día con todo lo que pasa a nivel artístico en Berlín", dijo Noon, de 38 años. "Hay muchos conciertos, lecturas, la escena de la literatura en inglés está floreciendo".

El poeta dijo que Berlín eclipsó a Praga y a otros centros de Europa oriental donde arribaron los artistas expatriados en los 90.

"Está significativamente menos llena de estrés que, por ejemplo, Londres. Los alquileres, la comida y la cerveza son baratos. Si te dedicas a la creación artística, los costos de vida son extremadamente importantes", dijo.

Kelleher tiene amigos artistas quienes llevan la frugalidad a nuevos niveles. Un amigo búlgaro sobrevive casi sin ingresos. En invierno, calienta su departamento con una estufa a carbón pero la llena con restos de madera que encuentra por la ciudad.

"Puedes arreglártelas incluso con menos de 200 euros al mes", dijo Kelleher.

"Un amigo lo ha hecho durante años. DEl encuentra madera de las obras en construcción en las calles y en los contenedores de basura. Es increíble. El ’está viviendo de la tierra’ incluso en una gran ciudad.", afirmó.