Crítica de teatro: “Los miserables” admirables

SANTIAGO.- Un logro en serio el obtenido por el equipo que está detrás de la puesta en escena de “Los Miserables”, parte de un género poco explorado en Chile y en general con resultados nada convincentes. En este caso, el musical, basado en la novela de Victor Hugo, y firmado por Claude-Michelle Schönberg, Alain Boublil y Jean-Marc Natel, llega en su versión completa y en una excelente adaptación de Osvaldo Iturriaga, quien encarna, a la vez, al contrariado protagonista, Jean Valjean.

La producción (Javier Ignacio Rodríguez) tiene resultados loables en ambiente (escenografía, vestuario, maquillaje) y en el despliegue de atmósferas, como también una adecuada amplificación sonora. El trabajo coral está bien conducido, aunque es claramente un elenco en formación, como también los aspectos coreográficos, resueltos con inteligencia y sin producir tumultos en el escenario a pesar de que el espacio es reducido.

La dirección teatral de Verónica Soffia no sólo se preocupa del impacto global sino del desarrollo caracterológico de los personajes, en los cuales descubre matices que los liberan de las maquetas acostumbradas. La orquesta de 28 músicos, dirigida por Nicolás Emden, arremete con fuerza y consigue dar fluidez y variedad a una partitura con momentos interesantes y otros algo reiterativos.

Osvaldo Iturriaga, alma de esta fiesta, encarna a Jan Valjean con intensidad dramática y con una voz de tenor de sorprendente amplitud y seguridad. Debe trabajar para unificar sus registros alto, medio y grave, pero la intención de su educado canto es de alta jerarquía. Está llamado a cantar, sin duda. Rebeca Díaz, actriz con acentos conmovedores, es una Fantine de hermoso material central y grave, pero con llegada difícil al agudo. Excelentes actuaciones vocales y escénicas de Muriel Lagno (fastidiosa y embustera Madame Thénadier), Magdalena Prieto (Eponine), Juan Ignacio Barriga (Javert) y Sebastián Buzeta (Marius Pontmercy). Y profesional y brillante el trabajo de los niños Inés Tagle (Cosette niña), Antonia Iturriaga (Eponine niña), Nicolás Díaz, Agustín Rodríguez, Margarita Rodríguez y Josefina Tagle.

En suma, un montaje que devela que cuando hay pasión, la chispa creativa se enciende y permite superar escollos que a primera vista parecen infranqueables. Un triunfo de los más de cien jóvenes que trabajaron meses para estas funciones, de la Universidad Andrés Bello y del Banco Santarder, que se sumó a la aventura.

Campus Casona de Las Condes, en la calle Fernandes Concha con el Camino Las Posadas, Las Condes, a las 20:30 pm. Hoy última función.