Jaime Bayly vuelve al canal que lo sacó abruptamente de pantalla

LIMA.- El polémico conductor de televisión Jaime Bayly, dijo que retornó a Mega TV, canal que sacó su programa abruptamente su programa del aire después de que el escritor y periodista se quejara de su sueldo, porque "la humildad es mejor negocio que el fundamentalismo moral", según publicó hoy la prensa de Lima.

"Tal vez la inteligencia consiste en comprender y perdonar los errores de los demás: la infidelidad de un amante, el abuso de un jefe, la deslealtad de un amigo", agregó Bayly en su columna titulada "La Censura", publicada en el diario "Correo".

El lunes pasado, la dirección del canal Mega TV, con sede en Miami, interrumpió intempestivamente la transmisión en vivo del programa de Bayly, después de que se quejó ante las cámaras porque no le subían el sueldo.

"No me arrepiento de haberme quedado en el canal", acotó el periodista y novelista al explicar que él también se equivocó y que su permanencia en Mega TV le permitirá seguir riéndose de los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Rafael Correa, de Ecuador; Evo Morales, de Bolivia; y Daniel Ortega, de Nicaragua, además del líder cubano, Fidel Castro.

"Yo quería seguir saliendo todas las noches para reírme de las obscenidades de Chávez y los delirios que escribe Fidel en pañales, y para seguir burlándome de los charlatanes de Morales, Correa y Ortega, y para criticar a (John) McCain y (Barack) Obama todo lo que me diese la gana, y comentar la campaña norteamericana hasta las elecciones de noviembre", afirmó Bayly.

"Por eso creo que hice bien en perdonar la censura, ganar la batalla y seguir peleando desde mi modesta trinchera", remarcó el conductor de TV.

Bayly también recordó que "El Nuevo Herald", que se publica en el sur de Florida, le censuró una columna dominical antes de que se publicara, en la que afirmaba que la ingesta de pastillas antidepresivas le producía impotencia.

Bayly dijo que, a pesar de la medida, seguirá escribiendo su columna porque entendió "que esa crónica era demasiado libertina y desvergonzada para un periódico que leen personas mayores y en extremo conservadoras".