EMOLTV

Leo Caprile cuenta su dura experiencia como confesor de los presos

El animador le dio un giro a su carrera con "Cárceles", su primer docurreality. Dice que al actual sistema de reclusión hay que hacerle muchos cambios para que el presidiario no vuelva "más resentido" a la sociedad.

19 de Marzo de 2009 | 13:06 | Leonardo Núñez, El Mercurio Online
imagen

En su primer docurreality a Leo Caprile le tocó conocer las alegrías y los dolores de los presidiarios. El animador cree que falta trabajar más en la reinserción de los internos para que no vuelvan a delinquir.

Chilevisión

SANTIAGO.- Leo Caprile se ha convertido en uno de los animadores más estables de la televisión. De esos que para mantenerse en pantalla, no tienen que ventilar sus problemas personales. Y así, calladito, ya suma ocho años de trabajo ininterrumpido en Chilevisión. Con antiguo y nuevo dueño. Una empresa donde, según dice, “es un agrado trabajar".

"Soy un decano en Chilevisión. Donde no me mantengo porque tenga una pega segura", dice. “Si no que lo veo como un trabajo en un ambiente que me gusta".

Y el canal de Sebastián Piñera también es recíproco con él. En 2009 le propuso dar un giro a su carrera. Tras casi una década a cargo de programas de la más diversa índole, por primera vez le pidió que asumiera la conducción de un espacio de telerrealidad: “Cárceles”.

Producido por Edemol, en este programa el animador del matinal “Gente como tú” se sumerge en la vida y las historias de los presos. Con sus dolores y alegrías. La recepción de la audiencia lo ha acompañado. Anoche quedaron segundos en su horario con un promedio de 16.4 puntos.

En el primer capítulo de los 13 que tendrá “Cárceles”, Caprile pasó una hora encerrado en una celda de aislamiento. La sensación de ahogo la sobrellevó con el apoyo de otros internos, que le mandaban mesajes de pared a pared.

"Lo que se siente es una sensación de ahogo, de encierro", recuerda Caprile. "Además que era en pleno verano (cuando se grabó). Imagínate el calorcito que había. Entonces era un momento super intenso.  A esto se le agregó la cosa dramática de la gente que estaba ahí (encerrada) y me hablaba. Que era solidaria conmigo".

¿Cómo ha sido trabajar en "Cárceles"?
"Han sido momentos muy especiales. Uno, que fue empezar a hacer el proyecto. Y otro, es cuando se pone al aire. Y la verdad, ambas situaciones han sido muy satisfactorias. El haber trabajado en el proyecto, el haber sido considerado para la conducción, me provoca mucha alegría, porque es un tema que siempre me interesó".

¿Cómo ha sido la relación con los internos?
"Al interior de la cárcel ellos saben realmente a quien le interesan estos temas. Entonces hubo una muy buena acogida, tanto de gendarmería como de la propia población penal.  Fui muy bien recibido. Había gente muy especial y se han establecido lazos. Me da la impresión que el programa está siendo útil en ese sentido. Porque (los que lo ven) reconocen el esfuerzo de mucha gente por superarse. Entonces, hay un sentido de utilidad del producto que nos pone muy contentos".

¿Anteriormente habías tenido oportunidad de estar en contacto con presos?
"Nunca había ido a la cárcel antes, pero sí había tenido la oportunidad de engancharme con el tema por distintas vías".

Llamó la atención cuando te encerraste en aislamiento. ¿Cómo fue eso?
“Sí, fue una experiencia fuerte y eso que yo no estuve más de una hora. Imagínate: pasarte diez días en esas condiciones, es super conmovedor. Y marcador. Piensa tú que todos los días hay gente que está en esas condiciones de castigo".

¿El programa ya está completamente grabado o te faltan más visitas a la cárcel?
“No, son 13 capítulos. Todavía faltan cosas. Hay un seguimiento de gente que sale en libertad, de desarrollo de cierta historias (anoche se vio la relación amorosa entre dos internos). Entonces todavía estamos grabando. De hecho, el lunes estuve en la cárcel con algunos protagonistas que aparecieron en el primer capítulo. Y fue muy entretenido. Estaban todos agradecidos, contentos".

¿Les cambia en algo la vida la presencia del programa en la cárcel?
“En alguna media esto fue llevarles alguna actividad, para salir de una rutina que es bien chocante. En la cárcel hay poco que hacer. En las nuevas prisiones más bien se pretende que haya más disciplina e higiene. Las cárceles concesionadas parecen un liceo, con características de encierro distintas, mejores, pero todo es muy riguroso".

Después de conocer la realidad de la vida encerrado, ¿crees que la cárcel es un justo castigo para quien comete una falta?
"O sea, la prisión tiene que existir. Es parte de las reglas del juego, pero al que está adentro hay que darle herramientas. Para que, en definitiva, cuando le toque regresar a la sociedad, no regrese más resentido si no que con herramientas para poder engancharse nuevamente, que es lo más difícil. Que alguien le dé trabajo a quien estuvo preso, es complicado".

Pero la opinión pública pide penas más duras y más cárceles. ¿Qué opinas?
"Hoy por hoy, nunca había habido más presos en Chile. Cuando se inauguró Santiago Uno, se sacó una  gran cantidad de internos que estaban en el ‘peni’. Bajaron a 4.500, ponte tú, y en menos de un año ya estábamos otra vez sobre los 6.500 presos. Entonces creo que el sistema está encarcelando más que antes. O sea que hay más delito también. Pero mientras no se cambie el sistema, de hacer la pasada por presidio algo constructivo, que produzca un cambio, no sacamos nada. Vamos a tener que hacer cárceles más grandes nomás".

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?