El marrón actual es sólo uno de los colores con los que se pintó en los últimos 120 años al símbolo de París, que comenzó con un rojo veneciano y que ha llegado a tener tonos amarillentos y anaranjados.
Revista Domingo
PARIS.- La Torre Eiffel recibirá una nueva capa de pintura color bronce cuando este próximo martes cumpla 120 años, desde que esta obra del ingeniero Gustave Eiffel fue inaugurada en 1889.
El imponente y metálico monumento será ahora repintado por décimo novena vez desde aquella fecha, una tarea que exigirá casi un año de trabajo a 25 pintores.
Aunque tan sólo deberán pintar encima de la pintura que queda y no tendrán que retirar capas anteriores, puesto que el aire y la erosión se encarga entre repintado y repintado de eliminar gran parte de aquella.
En el sitio internet de la Torre Eiffel se informa de los detalles de esta nueva campaña de repintado, que será presentada el próximo 31 de marzo, el día de su centenario cumpleaños.
Harán falta un total de sesenta toneladas de pintura, además 50 kilómetros de cordaje de seguridad, dos hectáreas de redes de protección, 1.500 brochas, 5.000 discos de abrasión y 1.500 trajes especiales.
Pintada de nuevo cada siete años, la labor de conservación del edificio, uno de los monumentos más visitados de todo el mundo, exige un equipo de profesionales que escalarán los 324 metros de la torre, formada por 18.038 piezas metálicas, ensambladas con dos millones y medio de tornillos.
Sus 10.100 toneladas de hierro soportan además el peso de la pinturas anteriores, unas 250 toneladas se calcula, y por esa razón se puede atisbar aquí y allá restos de sus antiguos colores.
El marrón actual es sólo uno de los colores con los que se pintó en los últimos 120 años al símbolo de París, que comenzó con un rojo veneciano y que ha llegado a tener tonos amarillentos y anaranjados.
Pocos saben además que en sus primeros años el propio Eiffel decidió que, para darle esbeltez, la base se debía pintar en un tono más oscuro que la cúspide, lo que no es ahora el caso, pues muestra un tono similar al del bronce y uniforme.
Además de por la pintura, la Torre Eiffel brilla en las noches parisinas con una iluminación especial, que en ocasiones ha dado al monumento un relieve singular con colores adaptados a conmemoraciones nacionales e internacionales.