Otros estudiosos han puesto en duda que los frescos de la nave central de la basílica sean de Giotto.
El MercurioROMA.- El obispo de Asís, Domenico Sorrentino, ha prohibido la puesta en escena de la obra "Giotto o non Giotto", del dramaturgo y premio Nobel italiano Darío Fo, en la plaza de la basílica de San Francisco debido a que el espectáculo pone en duda la autoría de los frescos que se encuentran en este templo.
Según publica hoy el diario italiano "La Stampa", la obra teatral -un monólogo de cinco horas que se representa en dos noches- sostiene que el pintor italiano medieval Giotto no pudo haber pintado los frescos de la basílica de Asís porque era "demasiado joven para tener un encargo tan importante" en este lugar.
Según los organizadores de la obra, el Obispado de Asís les transmitió que no se llevarían a cabo más espectáculos frente a la fachada de la iglesia, a pesar de que el pasado 12 de junio los cantantes Renato Zero, Tiziano Ferro y Raf ofrecieron un concierto en este mismo lugar.
"Están bien las canciones frente a la basílica de San Francisco, están bien las bailarinas e incluso los números de cabaré pero, por favor, nada de historia del arte", ha ironizado el hijo de Darío Fo, Jacopo, sobre la decisión del obispo, y ha puntualizado que "de nuevo un mal entendido sentido de lo sagrado lleva a las jerarquías eclesiásticas a practicar la censura".
En el mismo sentido se ha expresado el Nobel de Literatura, para quien se trata de una "censura preventiva".
"Este es el signo de los tiempos. Es verdaderamente una expresión de ese retrógrado conservadurismo cultural para el cual toda alteración del 'status quo' se convierte en un acto de blasfemia" ha añadido Fo.
Antes del literato italiano, otros estudiosos han puesto en duda que los frescos de la nave central de la basílica sean de Giotto, como el restaurador Bruno Zanardi, quien en 1996 apuntó la posibilidad de que "la mayor parte" de los 28 recuadros del ciclo franciscano fueran pintados en realidad por Pietro Cavallini.
También el reputado crítico de arte italiano Federico Zeri corroboró la tesis de Zanardi.