Denzel Washington durante la promoción en España de su nueva película.
Reuters
MADRID.- Alto, fuerte, vestido con una camiseta azul marino y con una permanente sonrisa que deja ver unos dientes blanquísimos, Denzel Washington está en Madrid promocionando su nueva película, "Rescate del metro 123" ("The Taking Of Pelhalm 123"), un filme de acción dirigido por Tony Scott que se estrenará posiblemente en septiembre en Chile.
En ella interpreta a un empleado del metro de Nueva York. Unos individuos, capitaneados por John Travolta, detienen unos vagones, secuestran a los pasajeros y exigen un rescate.
"Tengo una buena relación con Tony Scott, una relación muy positiva y disfruto mucho trabajando con él. Nos entendemos y sabemos cómo debemos trabajar juntos. Así que no sé porqué me sigue llamando", explicó entre risas.
Lo que más le gustó de su trabajo fue volver a pisar el metro neoyorquino. "Cuando era joven lo usaba a menudo", dice.
"Es muy interesante estar en la otra parte, no como cliente sino saber cómo funciona. Fue fascinante ver la sala central de mandos del metro. Es 5 ó 10 veces más grande de lo que se ve en la película. Todo el mundo estaba muy orgulloso de que viéramos cómo trabajaban y a mí me encantaba ver lo mucho que la gente del metro disfrutaba enseñándonos todo. Me gusta observar a la gente, incluso a los periodistas. Cuando hice 'El informe pelícano' pasé un par de semanas trabajando en el 'Washington Post'", contó con un guiño cómplice a los reporteros.
Para preparar su personaje engordó varios kilos y tuvo que hacer un entrenamiento especial dentro del metro. Protagonizó incluso las escenas en donde un tren pasaba muy cerca de él. "Corro muy rápido, por eso no me pasó nada".
Pero Denzel Washington no sólo habla de cine. También de política y de economía. "El triunfo de (Barack) Obama fue un momento muy importante en mi vida y espero que lo sea para todo el país. Su elección no se debe tanto a un hecho racial sino a que hay una nueva generación en Estados Unidos, una generación joven. Eso se pudo ver en la manera en que que recaudó dinero para la campaña a través de Internet", afirmó.
Sin embargo, no se ve todavía interpretando en una película al presidente de los Estados Unidos. "Es demasiado pronto".
El actor explicó además que la crisis económica afecta en su país a todo el mundo, también a las grandes estrellas del cine, aunque la industria haya crecido este año un 17 por ciento. "Mi madre, que era peluquera, decía que su negocio iba bien incluso en los tiempos difíciles porque las mujeres querían seguir estando bien arregladas. En el cine es lo mismo. La gente necesita vías de escape. Pero los actores tenemos que entender que hoy los estudios también tienen problemas, por ejemplo han caído las ventas de DVDs".
Washington es un gran aficionado al baloncesto. Ha jugado con el presidente Obama y se le puede ver habitualmente en la cancha de los Lakers. Dice que incluiría sin dudar a Pau Gasol en el quinteto ideal de la NBA.
"He podido apreciar todo su juego este último año. Su fuerza, la variedad de sus movimientos y de sus tiros. Puede tirar con las dos manos y se mueve como una gacela. Me gustó mucho oírle hablar de la necesidad de hacerse más fuerte. En mi equipo ideal también estarían por supuesto Kobe Bryant, LeBron James y Kevin Garnett", señaló.
En cuanto a sus futuros trabajos, cuenta que ayer mismo leyó un guión muy divertido que ha escrito Will Smith para que lo interpreten los dos y que le encantaría hacerlo. También espera ponerse nuevamente tras la cámara el año que viene, "aunque mi agente no está de acuerdo porque gana menos dinero", matizó sonriendo.
"Disfruto más como director que como actor porque siendo director pintas todo el cuadro y eliges los colores. Como actor sólo dibujas tu personaje".
Ganador de dos Oscar de Hollywood y uno de los actores más valorados de su país, Denzel Washington sin embargo no se considera un privilegiado por ser una estrella de cine. "Soy un privilegiado por estar vivo. La vida ya es por sí misma todo un privilegio".