''Cuentos del Reino Peligroso'', un volumen que reúne cinco relatos nunca antes publicados.
Minotauro / $ 13.900 / 326 ppSANTIAGO.- ¿Qué se puede decir de J.R.R. Tolkien que no se haya dicho ya? Tal vez que a 36 años de su fallecimiento, el creador de la Tierra Media sigue tanto o más vigente que en vida, con verdaderas legiones de seguidores en todo el mundo. Y que sin duda estarán felices con la llegada de “Cuentos del Reino Peligroso” (Minotauro / $ 13.900 / 326 pp), un volumen que reúne cinco relatos nunca antes publicados.
El primero de ellos, “Roverandom”, cuenta la historia de un perro de juguete que —encantado por un mago— se lanza a explorar el mundo, descubriendo extrañas y fantásticas criaturas a lo largo de su travesía.
Luego, en “Egidio, el granjero de Ham”, Tolkien nos presenta a un héroe accidental que tras espantar a un gigante corto de vista, es elegido para presentar batalla cuando el dragón Crisófilax llega al pueblo.
Por su parte, “Las aventuras de Tom Bombadil” son un conjunto de poemas que narran las múltiples aventuras que vive Tom con hobbits, princesas, enanos y trolls.
En el caso de “El herrero de Wootton Mayor”, su protagonista viaja al País de las Hadas gracias a los mágicos ingredientes de la Gran Tarta de la Fiesta de los Niños Buenos. Y “Hoja de Niggle” narra las extrañas aventuras del pintor Niggle, quien emprende la imposible tarea de pintar el árbol perfecto.
El libro también incluye una introducción a cargo de Tom Shippey, uno de los más competentes expertos en la obra de Tolkien, así como un epílogo escrito por Alan Lee, quien ha ilustrado numerosos títulos del creador de “El Hobbit”. Y cuyo talento nuevamente se puede apreciar en las páginas de “Cuentos del Reino Peligroso”.
Sin embargo, igual de importante resulta el ensayo “Sobre los cuentos de hadas”, escrito por el propio J.R.R. Tolkien, y que ofrece una mirada en profundidad de la imaginación y el mundo creado por este escritor británico.
Más de alguien podría pensar que los “Cuentos del Reino Peligroso” están a la sombra de obras mayores como “El Silmarillion” o incluso “El Señor de los Anillos”. Pero eso sería injusto para este título. Básicamente porque estos relatos —y sobre todo el ensayo del propio Tolkien— ofrecen una mirada fresca y reveladora de su indiscutido talento literario.
Y así lo entiende Alan Lee: “La calidad de los relatos que nos rodean cuando crecemos tiene una importancia vital para nuestro bienestar, igual que la calidad del alimento que ingerimos y el entorno que nos rodea. El aspecto más hermoso de esta narración compartida —y tenemos grandes ejemplos en ‘Cuentos desde el Reino del Peligro’— es que la colaboración y el compromiso entre el narrador y el público los embarca en un viaje juntos, un viaje que puede llevarlos a los lugares más inesperados y maravillosos”.