LONDRES.- Formó parte del eje nazi que casi puso de rodillas a Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial, pero documentos históricos revelaron que el dictador italiano Benito Mussolini estuvo una vez en la nómina de la inteligencia británica.
Durante la Primera Guerra Mundial, el entonces periodista socialista dirigía el popular periódico Il Popolo d'Italia en Milán, mientras que Italia era un aliado de Gran Bretaña y Francia en el conflicto contra Alemania.
Los servicios secretos británicos necesitaban desesperadamente que Mussolini imprimiera propaganda pro-bélica para mantener a Italia en la contienda, dijo el historiador de Cambridge Peter Martland, que descubrió los detalles de pagos semanales de 100 libras a la semana por parte del MI5 a Mussolini en 1917.
"La inteligencia británica estaba subvencionando su periódico y era barato. Pero era parte de su amplia campaña para favorecer que Italia continuara en la guerra", dijo Martland a Reuters.
Martland dijo que los pagos fueron autorizados por Sir Samuel Hoare, un diputado que encabezó un equipo de 100 británicos del servicio de inteligencia con sede en Italia, quienes trabajaban de manera encubierta para mantener al país del lado de los aliados.
Aunque 100 libras a la semana era mucho dinero hace 92 años, la cifra era una gota en el océano en comparación con el gasto bélico británico.
"Es mucho dinero, pero esta guerra costó cuatro millones de libras al día, casi 13 millones de libras a la semana, así que 100 libras a la semana no es ni siquiera dinero", dijo Martland.
Mussolini reclutó a matones para pegar a manifestantes a favor de la paz, a fin de evitar que agitaran a la población en contra del conflicto, un precursor de las camisas negras fascistas, cree Martland.
"Una de las cosas que define el fascismo es que la violencia es una herramienta política legítima, así que (esto) es el principio del Mussolini de la era de los camisas negras", dijo Martland.
Aunque Martland dijo que había sido "astuto" por parte del MI5 reclutar a Mussolini, duda de que "Il Duce" gastara lo que ganó de la inteligencia británica en la campaña bélica.
"Parte del dinero fue a subvencionar su periódico, pero conocemos a Mussolini y sabemos que es un mujeriego. Él pensaba que era un super hombre, así que no es descabellado pensar que gran parte de ese dinero fuera a sus amantes", explicó.