El escritor volvió a criticar algunos ejes del catolicismo en su novela más reciente, ''Caín''.
EFELISBOA.- Portavoces de la Iglesia Católica de Portugal mostraron hoy su más profundo disgusto ante las críticas que hizo a la Biblia el Premio Nobel de Literatura 1998, el luso José Saramago, cuando presentó el domingo su nueva novela, "Caín".
En declaraciones a medios de Portugal, el portavoz de la Conferencia Episcopal de ese país (CEP), Manuel Morujao, atribuyó a Saramago objetivos "publicitarios" y lamentó que aborde las Sagradas Escrituras en un tono ofensivo impropio de un premio Nobel.
El escritor portugués presentó el domingo su más reciente novela durante un homenaje en la localidad de Penafiel, donde dijo considerar a la Biblia como "un libro terrible y sombrío" y un manual de "malas costumbres" que no debería estar al alcance de los niños.
"Sin la Biblia seríamos otras personas, seguramente mejores", dijo Saramago, que criticó también el papel de Dios en el episodio bíblico de Caín y Abel, que él recrea con ironía e irreverencia religiosa en su obra.
Pero Morujao salió en defensa del valor moral y cultural de la Biblia y recordó el valor que tiene para muchos eruditos, pese a la opinión de Saramago, al que achacó "poca seriedad".
Según el portavoz de la CEP, que no se ha pronunciado oficialmente sobre el asunto, Saramago "no entiende" las formas literarias, el simbolismo y los mensajes de la Biblia, cuyo contenido es "muy rico". De acuerdo con el religioso, las sagradas escrituras constituyen "un libro de buenas costumbres".
Saramago consideró que los judíos, más que los católicos —que tienen un apego menos estricto la Biblia—, pueden sentirse ofendidos con su libro, que salió esta semana a la venta en algunos países de Latinoamérica, y que tiene ediciones en español, portugués y catalán.
El escritor portugués publicó en 1991 otra obra que disgustó a la Iglesia Católica, "El evangelio según Jesucristo", y en otras de sus producciones literarias ha incluido también críticas más o menos explicitas a la religión y la Iglesia.