LISBOA.- El coro Angels in Harlem Gospel Choir, uno de los referentes de la música espiritual estadounidense, presenta en Portugal su “Concierto de la esperanza”, un espectáculo que rinde un sentido homenaje al fallecido rey del pop, Michael Jackson.
El célebre coro está formado por los mejores cantantes de las iglesias de Harlem, un popular barrio neoyorquino, aunque apenas nueve de ellos participan en una gira mediterránea que llevará sus cánticos religiosos hasta Barcelona el día 9, mientras que en Italia tocará en una decena de ciudades a partir del día 12.
Aunque en Portugal sólo estaban previstos dos conciertos (el domingo en la localidad de Estoril, cercana a Lisboa, y hoy en Oporto), la expectación creada entre el público luso, que agotó las entradas para el espectáculo en la capital, provocó que los "ángeles” añadieran una nueva fecha para el domingo.
La agrupación combina en su espectáculo temas tradicionales del género gospel como “Oh happy day” con otros popularizados por Michael Jackson, fallecido el pasado junio, desde el clásico de las pistas de baile “Billie Jean” hasta la balada “Will you be there”, sin olvidar “Man in the mirror”.
Los “ángeles de Harlem” rescatan del repertorio de los Jackson Five, “I want you back” y “I’ll be there” para terminar con “We are the world”, el tema que grabó Michael en 1985 junto a otros 44 destacados artistas para recaudar fondos contra el hambre en África.
Precisamente un año después, en 1986, Allen Balley fundó el Harlem Gospel Choir después de asistir a un homenaje en torno a Martin Luther King, para “transmitir esperanza, fe y alegría a través de la música,” tal y como ellos mismos proclaman en sus conciertos.
El Harlem Gospel Choir está dividido a su vez en varias formaciones: una de ellas es el grupo que suele actuar en B.B King Club, con base en Nueva York, mientras que los miembros más viajeros se reúnen en torno al Angels in Harlem, apodados así por el líder de U2, Bono.
El pasado 30 de junio, las voces gospel más famosas de Estados Unidos, recordaron al rey del pop en el Teatro Apolo, el templo de la música negra, donde los Jackson Five conocieron el éxito en la década de los '60.