La madre del ''rey del pop'', Katherine Jackson, acudió a la audiencia.
AFPLOS ANGELES.- La audiencia preliminar sobre el caso de homicidio involuntario contra Conrad Murray, el médico acusado de suministrar la dosis letal de un sedante que le quitó la vida al cantante Michael Jackson, comenzó el martes en la Corte Suprema de Justica del condado de Los Angeles.
La corte estuvo atestada de familiares del artista, seguidores y periodistas. Una de las primeras en llegar fue Katherine Jackson, madre del intérprete de "Thriller". Cinco minutos más tarde arribó el acusado.
Los fiscales destacaron el hecho de que Murray, de 57 años, fue consciente de que Jackson había dejado de respirar el 25 de junio de 2009, pero esperó entre nueve y 21 minutos antes de llamar al servicio de emergencia 911 con el fin de ocultar la evidencia sobre la dosis letal de propofol que acabó con la vida del cantante.
El primero en declarar fue Kenny Ortega, el productor y director del concierto "This Is It". Ortega aseguró, entre otras cosas, que Murray se disgustó con su decisión de enviar a casa al cantante durante el ensayo del 19 de junio, cuando éste se había sentido mal.
Todo parece indicar que la reunión celebrada el 20 de junio en casa del artista será importante para la fiscalía, que intentará probar que al galeno no le importaba la salud de Jackson.
Por su parte, el fiscal distrital adjunto David Walgren aseguró en sus primeras declaraciones que Murray había ocultado el hecho de que suministró el anestésico propofol al artista, un dato importante para los paramédicos que lo atendieron en su mansión y para los otros profesionales del Centro Médico UCLA.
"Según los expertos médicos, hubo varias acciones realizadas por el doctor Murray que indican que hubo una tremenda desviación del cuidado estándar", dijo Walgren.
Los fiscales argumentarán que Murray actuó con culpa grave al administrar la dosis mortal que le causó la muerte al famoso cantante aquella fatídica mañana de junio.
Otro de los testigos que comparecieron hoy ante la corte fue el asistente de Jackson Michael Amir Williams, que describió como "caótico" el escenario que vio en la mansión y en el hospital el día de la muerte del legendario artista.
Williams indicó que Murray lo llamó asustado, solicitando los servicios de los guardaespaldas. El médico, al parecer, le dijo que el cantante había tenido una mala reacción y que necesitaba ayuda, pero no le pidió que llamara a 911.
Se espera que la defensa utilice el argumento de que fue la misma víctima la que se suministró aquella fuerte dosis mortal del medicamento.
Murray, que se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan, podría enfrentar hasta cuatro años en prisión, si es declarado culpable.
Independientemente del proceso penal, el médico también tendrá que enfrentarse a un proceso civil. Joe Jackson, padre del cantante, interpuso una nueva demanda en noviembre en la que solicita a Murray una indemnización por daños. Murray fue puesto en libertad condicional después de pagar una fianza de 75.000 dólares.
Además de la madre del artista, su hermana LaToya y su hermano Jackie asistieron a la audiencia. La familia del cantante recalcó que el cantante había expresado sus temores de ser asesinado poco antes de su muerte. De acuerdo al sitio web tmz.com, el rey del pop estaba paranoico con el hecho de que le iban a quitar la vida para hacerse con su catálogo musical.
El juez Michael Pastor tendrá que escuchar por dos semanas seguidas las declaraciones de los 35 testigos con que cuenta la fiscalía para determinar si se acusa formalmente a Murray de homicidio involuntario.