Durante la década de 1990 corría el mito de que se podían escuchar mensajes satánicos en las canciones de Xuxa, escuchándolas al revés. Todo resultó ser una farsa.
Archivo El Mercurio
RÍO DE JANEIRO.- Un Tribunal brasileño condenó a una editorial vinculada a la iglesia Universal a pagar 150.000 reales (unos 90.000 dólares) de indemnización a la cantante y presentadora de programas infantiles Xuxa, por haberla acusado de "vender su alma al diablo", informaron hoy fuentes oficiales.
La sentencia del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, publicada el lunes, se refería a un reportaje sobre "famosos que se habrían dejado seducir por el mal" publicado en 2008 por el semanario "Folha Universal", medio oficial de la congregación evangélica.
El artículo acusó a Xuxa de haber vendido su alma al demonio a cambio de 100 millones de dólares y de realizar prácticas "satanistas".
"Toda libertad debe ser ejercida con responsabilidad, lo que la rea (la editorial) parece no saber, aunque irónicamente sea la gráfica de una iglesia", afirmó en su sentencia la jueza Flávia de Almeida Viveiros de Castro, citada en un comunicado del Tribunal.
La magistrada calificó el texto del reportaje como "extravagante" y su titular como "sensacionalista" y agregó que no contiene "nada de información", sino "especulación".
Consideró como agravante el hecho de que Xuxa es "una persona de mucha fe" y que la audiencia de sus programas de televisión es principalmente el público infantil y juvenil, que "son más fácilmente engañables".
Además de la multa, "Folha Universal" tendrá que publicar un desmentido en el que se dirá que Xuxa "afirma que tiene profunda fe en Dios y respeta todas las religiones".
Xuxa Meneghel presenta programas infantiles en la televisión Globo, la de mayor audiencia en Brasil, desde hace dos décadas y también ha tenido espacios en cadenas de América Latina, España y Estados Unidos.
La cantante del tema "Ilarilê" también ha publicado numerosos discos de música para el público infantil y más de una decena de películas para niños, lo que le ha valido en Brasil el apodo de "la reina de los bajitos".
