La iglesia Santa Gemita está repleta de globos: Santibáñez los pidió para que "acompañen a Rafaela en su viaje al cielo".
Jorge Sepúlveda, El MercurioSANTIAGO.- Sin lágrimas y demostrando su fortaleza, la actriz Marisela Santibáñez se encuentra en la Iglesia Santa Gemita de Ñuñoa velando los restos de hija, Rafaela Polidura, quien murió el martes a las 11:25 horas de leucemia.
Pese a que afirma sentir un intenso dolor, la animadora recalca dos cosas: que enfrentará este momento con la misma fortaleza que su hija tuvo en su enfermedad y que, además, debe recordar que ella siempre estará a su lado.
"La vida y el cuerpo es circunstancial. En mi alma y en mi corazón Rafaela va a estar siempre, va a estar presente en cada minuto de mi vida como lo estuvo durante siete años. Así que el cuerpo se hace una cosa física y hay un cambio en la vida personal y hay un cambio en la vida espiritual y lo estoy teniendo", afirmó la actriz.
"Yo creo que por lo que era mi hija, por la felicidad que ella me entregó, por la lucha que dio, yo no puedo estar no de pie y no entera acompañándola en esta partida, este vuelo hacia el cielo, porque es un ángel. Es algo que me nace desde el fondo de mi corazón. La firmeza que tuvo Rafaela la tengo que tener yo hoy día", añadió Santibáñez en contacto con "Buenos días a todos".
La animadora explicó que luego llegará el momento de recordar la alegría que trajo su hija a su familia, pero por ahora no puede "flaquear". "Si tengo un padre y una madre como los que Dios me dio, no esperaba menos de mi. Mi mamá ha estado al pie del cañón en la UCI, mi padre todos los días en el hospital ¿Cómo voy a flaquear, cómo voy a mostrarme débil, si somos una familia fuerte? Después nos sentaremos y la recordaremos, pero con alegría, porque es una niña de siete años que sólo nos provocó alegría. Hoy día que los globos lleguen al cielo porque son todos para ella".
Santibáñez indicó, además, que la partida de su hija le deja una labor para el futuro: trabajar por los enfermos de cáncer que se tratan en el sistema de salud pública.
"Yo tengo una labor de aquí para adelante que es trabajar y ayudar a todas las mamitas que tienen hijos con cáncer. Me tocó ver una realidad en el Hospital San Juan de Dios, porque es la salud pública la que te impresiona, y en nombre de Rafaela Polidura Santibáñez voy a trabajar por ellas, por los niños y por todos los que creen que no les va a pasar, (aunque) no estemos tan lejanos a que nos pase".