Vicente Bianchi estrena esta tarde su nuevo disco grabado a los noventa años

SANTIAGO.- Tiene ocho décadas de trayectoria, es director de orquesta, autor de la célebre "Misa a la chilena" y de tonadas del cancionero nacional como "Chile compañero" y, mano a mano con Pablo Neruda, compositor de la famosa "Tonadas de Manuel Rodríguez". Pero entre todas esas facetas hay una de la que el músico Vicente Bianchi  nunca había dejado constancia en un disco: su oficio de pianista.

Ése es el registro que Bianchi, una de las figuras fundamentales de la música chilena vigentes hasta nuestros días, presentará esta tarde cuando estrene su más reciente disco, grabado a sus noventa años en 2010 y lanzado hoy en el teatro de la Escuela Moderna de Música: Con su piano a los 90 es el título del álbum.

-Fue los noventa porque lo hice el año pasado -explica, y el trabajo es también un homenaje póstumo a su esposa, la cantante Hely Murúa, con quien formó diversos conjuntos y que murió en 2010-. Mi mujer siempre me pedía que hiciera grabaciones de piano. Y voy a cumplirle la promesa.

Un preludio a los doce años

Una selección de catorce composiciones representativas de varios de los diversos repertorios que ha cultivado en su trayectoria dan forma al nuevo disco, entre obras propias y arreglos del folclor o para otros autores.

-Chilenos todos, todos chilenos -recalca Bianchi esta mañana acá en su casa de la comuna de La Reina en la capital, horas antes de estreno del disco.

Allí figuran obras suyas como la citada "Tonadas de Manuel Rodríguez", reconocida por versos como "Puede ser un obispo, puede y no puede", así como arreglos sobre temas folclóricos en "Sajuriana", "Pericona", "Danzas de La Tirana", "Variaciones en aire de cueca", la cueca de Rosa Vasconcelos "Esa chiquilla que baila" y "Gracias a la vida", de Violeta Parra.

Entre las obras del pianista además figuran títulos como "Tonada rítmica", la fantasía para piano "Abejorros" y "Amanecer", que corresponde a una de las canciones de la película "Amanecer de esperanza" (1940), del cineasta Miguel Frank, interpretada en el filme por la cantante María Eugenia Guzmán.

-Es al estilo de las películas de la Deanna Durbin -explica Bianchi a propósito de esa actriz y cantante estadounidense-. Cantaba muy bonito y ella también era muy bonita. Entonces al estilo de eso hice una canción.

Más atrás en el repertorio se remonta el autor al seleccionar para el disco un "Preludio melancólico". "Es la primera cosa que yo hice cuando tenía doce años", explica, es decir que data de 1932 ó 1933. "Sí, pues, son noventa y un años (los que tiene ahora), pero por Dios que hay que cuidarlos si uno se mantiene más o menos".

Cuando cantaba Gabriel Valdés

En una jornada con la conducción del animador Juan la Rivera, el maestro va a tocar esta tarde en uno de los pianos de cola de la Escuela Moderna, y se presentará con dos elencos en el escenario.

Uno de ellos es el grupo folclórico infantil del colegio San Guillermo de la comuna de Puente Alto, dirigido por la profesora Carla Muñoz, que presentará coreografías sobre las obras folclóricas. Y el otro es un conjunto de ocho voces, todos ex integrantes del histórico Coro Santa Marta formado por Bianchi.

-Es un coro pequeño, a modo de reminiscencia de un "cuarteto doble americano", como se llamaba en esos años -dice. Se refiere a un conjunto vocal similar que recuerda haber formado para las emisiones de Radio Minería hacia 1947.

"Incluso cantaba Gabriel Valdés, imagínese usted. Era bajo (de timbre vocal grave) Gabriel Valdés", agrega, y menciona entre otros integrantes de la época como tenor a Benjamín Astaburuaga ("primo de Julita Astaburuaga"), como soprano a Angélica Montes y también a las cantantes Hely Murúa y Delia Durán.

-Grabé este disco con el ánimo de hacer chilenadas musicales y dar a conocer a la juventud que es posible mantener este repertorio nacional -presenta el autor, que estrenará Con su piano a los 90 a las 19.00 horas de este lunes 4 de julio en la Escuela Moderna de Música (365-1818), de avenida Luis Pasteur 5303 en la comuna de Vitacura, en un concierto con entrada liberada.