Sauerland convive con el fantasma de la Loveparade, el otrora entusiasta festival electrónico, que cerró su historia vestido de luto.
EFEBERLÍN.- El alcalde de la ciudad alemana de Duisburgo, Adolf Sauerland, pidió hoy disculpas por primera vez por la catástrofe de la Loveparade de hace un año, en la que murieron 21 personas.
"Como alcalde de esta ciudad yo cargo con la responsabilidad moral de ese suceso. Disculparme con todos los afectados y heridos es una necesidad personal", aseguró Sauerland en una declaración, durante una reunión del pleno del ayuntamiento y pidió a continuación un minuto de silencio por las víctimas.
El pleno discutía en la sesión un asunto relacionado con el lugar donde se celebró el festival de música que en julio del año pasado acabó en tragedia.
Sus declaraciones tuvieron lugar en el mismo día en el que el diario local "Rheinische Post" develó parte de un informe interno de la Fiscalía de Duisburgo, de 400 páginas, en el que se asegura que hubo irregularidades en la tramitación del permiso para organizar la trágica versión de la Loveparade.
La Fiscalía ha abierto diligencias contra 16 personas relacionadas con la tragedia del festival, entre los que se encuentran once funcionarios del gobierno local, cuatro empleados de la organización del espectáculo y un policía. Aunque sus identidades no han trascendido, se descarta que entre ellos estén el alcalde de Duisburgo y el presidente de la empresa organizadora, Rainer Schaller.
En junio, la Fiscalía confirmó que las sospechas apuntan a la administración de Duisburgo, la Policía y la organización de la Loveparade.
El 24 de julio de 2010, 21 jóvenes murieron y otras 500 personas resultaron heridas en una avalancha humana durante el que hasta entonces era el encuentro de música electrónica más importante del mundo.
Desde ese fatídico hito, las autoridades locales, la policía y la organización se han enzarzado en una controvertida guerra cruzada de informes y declaraciones contradictorios, para eximirse de toda responsabilidad por el suceso y culpar a las otras partes implicadas.