SANTIAGO.- Un nutrido historial lleno de encontrones con la prensa y la policía, además de su particular estilo para vestir, poseía la cantante británica Amy Winehouse quien hoy a los 27 años —la edad maldita de la música — falleció a causa de una aparente sobredosis de drogas.
La intérprete de "Rehab" y "Back to Black" fue conocida por su capacidad vocal, pero su vida fuera de la música sobresalió a la par o incluso más que su gran talento. Su fuerte adicción a las drogas y el alcohol siempre fue portada de los principales diarios y revistas sensacionalistas.
Winehouse nació en Londres el 14 de septiembre de 1983 y su música siempre se caracterizó por poseer mezclas entre el R&B, soul y jazz. A los doce años ingresó en la escuela de teatro "Sylvia Young Theatre School", de donde fue expulsada antes de graduarse por "no aplicarse" y hacerse un piercing en la nariz. Su disco debut, "Frank", fue lanzado en 2003 y fue comercialmente exitoso en Inglaterra. Luego lanzó en 2006 "Back to Black", disco que siguió la misma línea que su primer álbum, aunque éste le valió seis nominaciones a los Grammy de las cuales ganó cinco.
Además de la música, Winehouse era conocida por sus problemas con las drogas y el alcohol. Varias veces fue internada en rehabilitación, intentos que en su mayoría resultaron fallidos. Pero esas adicciones tendrían una explicación, encontrada en su infancia.
Winehouse nació en el seno de una familia judía y con una tradición musical enmarcada en el jazz. De niña vivió con la ausencia de su padre, con quien Amy era muy cercana. Pero él tenía una amante y sus padres se separaron cuando ella tenía nueve años. De allí en adelante, comenzó la etapa rebelde de Amy, según contó su madre al periódico inglés Daily Mail.
En julio de 2009, se divorció de Blake Fielder-Civil -con quien se había casado en 2007- y el año pasado había declarado que quería casarse con "un hombre normal" y formar una familia.
Ante el mundo, sus primeros reconocimientos de que tenía un problema de adicción fueron el 2005, año en el que además escribió y produjo su disco "Back to Black" y del cual saldría el éxito internacional, "Rehab".
Luego, los episodios en los que se le encontró consumiendo drogas irían destapándose en cadena. En 2007, fue sorprendida consumiendo marihuana en un hotel en Noruega. En enero de 2008, se difundió un video en el que supuestamente se veía a Winehouse fumando crack.
El último escándalo que protagonizó, tuvo lugar el 18 de junio de este año cuando en un concierto en Belgrado, Serbia, realizó una presentación que sus fans catalogaron como "desastrosa y escandalosa". Esto, porque la cantante subió al escenario completamente bajo los efectos de las drogas, lo que la obligó a cancelar el resto de los conciertos programados por Europa.
En lo netamente musical, la artista británica lanzaría su tercer disco este año, pero sus adicciones impidieron que su meteórica carrera siguiera en vigencia.