BERLÍN.- La Audiencia de Colonia (Alemania) inició un juicio contra cuatro personas acusadas de vender durante más de 15 años falsificaciones casi perfectas de artista s de vanguardia de los años 20 del siglo pasado, procedentes de colecciones ficticias y por un valor de casi 16 millones de euros (cerca de 22 millones de dólares).
Las falsificaciones eran de tal calidad que los acusados consiguieron durante mas de tres lustros engañar a prestigiosas casas de subastas, galerías de arte e incluso peritos, con obras atribuidas a artista s como Max Ernst, Max Pechstein o Heinrich Campendonk.
El proceso, que no finalizará antes de marzo de 2012 y para el que se han calculado unas 40 sesiones, se centra en 14 falsificaciones concretas y certificadas, mientras en otros 33 casos se está verificando aún la autenticidad de las obras.
Los cuatro acusados, dos mujeres y dos hombres de edades ya avanzadas y emparentados entre sí, podrían ser condenados a una pena máxima de diez años de cárcel por falsificación, estafa y formación de una banda criminal.
El grupo creó una leyenda para estafar a sus víctimas en torno a las supuestas colecciones de arte de los presuntos industriales Werner Jäger y Wilhelm Knop, abuelos de las mujeres y de uno de los hombres de la banda.
La fiscalía encargada del caso ha comprobado, sin embargo, que ninguno de los dos presuntos industriales, fallecidos hace décadas, jamás coleccionó arte.
De crear las falsificaciones se encargaba al parecer el cuarto acusado, que imitaba a la perfección a los artista s emulados.
La comercialización de las obras falsificadas proporcionó cuantiosos ingresos a los cuatro acusados, que pudieron disfrutar de una vida de lujo hasta que un perito sospechó de una de las obras en venta, lo que llevó al descubrimiento de toda la trama.