La Academia Sueca destacó la ''mordacidad'' y ''crudeza'' de los relatos de Mo Yan.
EFEESTOCOLMO.- El novelista chino Mo Yan recibió hoy en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, casi una semana después de arribar a Suecia para obtener el reconocimiento.
El presidente del Comité Nobel de Literatura, Per Wästberg, dijo durante la ceremonia que la obra de Mo Yan "es una revisión convincente y mordaz de cincuenta años de propaganda".
El Konserthuset (Sala de Conciertos) de Estocolmo acogió un año más la entrega de los Premios Nobel, en una ceremonia presidida por los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, y a la que asistieron la princesa heredera Victoria, su marido el príncipe Daniel y los príncipes Carlos Felipe y Madeleine.
De todos los Nobel entregados hoy, el que más expectación había suscitado fue el de Mo Yan, seudónimo que significa "no hables" y cuyo nombre es Guan Moye, quien desde que se conoció la atribución del premio ha recibido críticas, entre otros, de disidentes chinos por considerarle un intelectual del régimen.
En su presentación, Wästberg no ahorró elogios a la literatura del autor de 57 años, y su retrato de la sociedad china, del que dijo que "describe un pasado que, con sus exageraciones, parodias y derivaciones de mitos y cuentos populares, es un revisión convincente y mordaz de cincuenta años de propaganda".
Mo Yan conoce "prácticamente todo lo que hay que conocer sobre el hambre y, probablemente, la brutalidad del siglo XX en China nunca ha sido descrita de una manera tan desnuda", aseguró.
En su literatura, el autor chino "ataca la historia y sus falsificaciones, así como las penurias y la hipocresía política", dijo Wastberg, quien citó algunas de sus obras en las que se "mofa" de la "pseudociencia revolucionaria" o dirige su "ironía a la política familiar china" del hijo único.
En las historias de Mo Yan "nunca encontramos el ciudadano ideal que fue una característica estándar en la China de Mao" sino que son capaces de adoptar "los pasos y medidas más amorales para satisfacer sus vidas y reventar las jaulas en las que han sido confinados por el destino y la política".
"En la obra de Mo Yan, la literatura mundial habla con una voz que ahoga a la mayoría de los contemporáneos", concluyó el académico.