La justicia rusa negó la libertad a Maria Alyokhina, integrante del grupo Pussy Riot, quien cumple condena de dos años por protestar contra el presidente Vladimir Putín.
Reuters
MOSCÚ.- Una de las integrantes del grupo musica l Pussy Riot, Maria Alyokhina, quien se encuentra en prisión, sufrió un duro revés en un tribunal ruso luego que se rechazara su apelación para ser liberada y la solicitud de aplazar el cumplimiento de su sentencia para así poder cuidar a su hijo de 5 años.
Alyokhina, quien cumple una condena de dos años de prisión por protestar contra el presidente Vladimir Putin en la principal catedral de Moscú, había pedido al tribunal ser liberada de la cárcel situada en la localidad de Berezniki, a unos 1.200 kilómetros al noroeste de Moscú, y continuar cumpliendo con la sentencia cuando su hijo fuera mayor.
"El tribunal ha fallado contra la concesión de la solicitud", dijo hoy el juez en el tribunal de la ciudad de Berezniki, tras una vista que se alargó hasta la tarde.
La justicia rusa consideró que la situación familiar de Alyokhina había sido tenida en cuenta apropiadamente durante el juicio.
Alyokhina y otras dos integrantes del grupo fueron acusadas de vandalismo por odio religioso por su "plegaria punk", que fue criticada por Putin y por la Iglesia ortodoxa rusa por representar un ataque contra la principal religión del país.
Una de las tres artistas fue liberada tras una apelación con condena en suspenso, pero Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova, de 23 años, comenzaron a cumplir arresto en marzo del 2012.
La audiencia realizada en el tribunal se centró menos en el hijo de Alyokhina que en las reprimendas que recibió por parte de las autoridades penitenciarias.
Alyokhina fue trasladada a una celda personal en noviembre por la tensión que había con otras detenidas en el correccional, una decisión que según las autoridades fue tomada por su propia protección.
Estados Unidos y Europa han calificado las condenas a las integrantes de Pussy Riot de excesivas, y los opositores de Putin dicen que forman parte de una serie de medidas para castigar el disenso desde su retorno a la presidencia en mayo pasado, tras pasar cuatro años como primer ministro.
Las tres integrantes de Pussy Riot fueron condenadas en febrero de 2012 por irrumpir en el altar de la principal catedral de Moscú para escenificar una "oración punk" pidiendo a la virgen María que libere a Rusia de Putin.