Pablo Morales, Álex Hernández, Jorge González, Rafael Araneda y la Gaviota de Oro. La escena que da cuenta del final feliz en esta curiosa historia.
Equipo FestivalVIÑA DEL MAR.- La situación parecía una de las más polémicas en lo que va de Festival de Viña del Mar: Rafael Araneda y Eva Gómez intentan entregarle una Gaviota de Oro a Jorge González, pero éste se aparta hasta que los animadores deciden retirarse.
Luego, los anfitriones vuelven a la carga con el músico fuera de escena, pero tras llamarlo un par de veces de regreso, con el fin de entregarle el trofeo, terminan por asumir que el ex líder de Los Prisioneros no aparecerá, y simplemente se despiden hasta mañana.
Parecía a todas luces un gesto de rebeldía a lo Calle 13, pero ahora todo indica que no se habría tratado de eso, sino de algo mucho más simple: Que González no escuchó los llamados a recibir la Gaviota dorada, galardón que en realidad habría estado dispuesto a recibir.
Y, por eso, lo recibió. En bambalinas, el cantautor conversó con el equipo del Festival, y aseguró que no oyó las peticiones del público ni los llamados de los animadores, y que feliz recibiría el trofeo.
Por eso, los organizadores del certamen se lo entregaron, y González finalmente se retiró de Viña 2013 con el stock completo de premios.
Quizá algunos terminen por no creer la versión, pero ya en escena el ex Prisioneros daba cuenta de que algo de eso efectivamente pudo haber. Ya en la entrega de la segunda antorcha manifestó no entender lo que la audiencia gritaba, y escuchar la explicación de Rafael Araneda al respecto requirió desprenderse de los audífonos de retorno y acercarse a centímetros del animador.
Fue así como esta historia de rebeldía terminó por imprimirse como una comedia de equivocaciones, que de todos modos finalizó con una Gaviota de Oro asegurando su esquivo lugar en la maleta de Jorge González.