MADRID.- Los profundos y complejor delirios existenciales de Marcel Proust continúan su adaptación al mundo de la historieta con su colosal "En busca del tiempo perdido", gracias a la última versión en cómic de "El amor de Swann".
El segundo volumen de "Por el camino de Swann", primera parte de la monumental serie que conforma "En busca del tiempo perdido", ve así su mitad inicial traducida a un nuevo lenguaje, el de las viñetas, en un acercamiento al lector llevado a cabo por el autor Stéphane Heuet.
"Un amor de Swann" prosigue con las aventuras de un protagonista distinguido en medio de una sociedad en la que las apariencias lo son todo, y en quien empiezan a aflorar sentimientos hacia la joven Odette, una antigua cortesana que le introduce en el ambiente pequeñoburgués.
Swann, el personaje principal, el hombre que "no buscaba encontrar belleza en las mujeres con las que pasaba su tiempo, sino pasar el tiempo con mujeres que desde un principio encontraba bellas", supone así la pieza clave en un rompecabezas tan intimista como ambicioso, que aúna observaciones externas e internas sobre el entorno y la memoria, la condición humana propia y ajena.
Considerada por muchos como la novela ideal para empezar a abordar la titánica obra de Marcel Proust, "El amor de Swann" es un relato más corto y accesible que el grueso de los trabajos de su autor, una historia de amor que añora los tiempos en los que "se soñaba con poseer el corazón de la mujer que se amaba", cuando más tarde "era suficiente sentir que se poseía el corazón de una mujer".
"Por el camino de Swann" fue el primer volumen de la saga, escrito por el autor en 1913, y fue rechazado por numerosos editores, entre ellos el escritor francés y premio Nobel André Gidé, quien posteriormente lamentaría su decisión y ofreció un apoyo económico y público al gran proyecto de Proust.
El afamado escritor, arquetipo del pesimismo y la rememoración, dedicó su vida entera a la conclusión de la gran heptanovela, con más de 4.000 páginas y 2.000 personajes, alabada por escritores tan dispares como Graham Greene, Vladimir Nabokov o William Somerset Maugham.
Proust falleció en 1922 antes de completar la revisión de los tres últimos números, publicados póstumamente por mano de su hermano Robert en 1923, 1925 y 1927, respectivamente.
Esta nueva versión en cómic de "En busca del tiempo perdido" supone la cuarta entrega de Sexto Piso dedicada a la obra capital de Marcel Proust, tras dos ejemplares que conformaban "A la sombra de las muchachas en flor", la segunda parte de la heptalogía, y "Combray", enmarcada en "Por el camino de Swann" y que antecede a esta nueva historieta, la última hasta la fecha, "El amor de Swann".
Esta nueva iniciativa de publicar densos ensayos clásicos de la literatura universal en formato cómic se incluye entre otras adaptaciones de corte similar, como la llevada a cabo en la recopilación "Los mangas de Herder", un particular homenaje occidental a las populares historietas venidas de la cultura japonesa.
La editorial publicó, en mayo pasado, obras como "El contrato social", de Rousseau y "El capital", de Marx, que se sumaron a una colección iniciada en marzo de 2011 por "Así hablo Zaratustra", de Nietzsche y compuesta por "La divina comedia", de Dante, "El príncipe", de Maquiavelo y "El arte de la guerra", de Sun Tzu.