''La lengua española y la imaginación del mundo están hoy de luto'', dijo el chileno Roberto Ampuero sobre el escritor colombiano.
EFESANTIAGO.- "Te extranaremos siempre, como a un padre", dijo a través de su cuenta en Twitter Jon Lee Anderson, tras enterarse de la muerte de Gabriel García Márquez. El calificativo usado por el periodista norteamericano —figura cercana a la Fundación Nuevo Periodismo, que el autor colombiano creó— bien refleja el carácter que el escritor llegó a ejercer entre sus pares, tanto del periodismo como de la literatura latinoamericanos, quienes hoy muestran su pesar por la noticia.
Es el caso de los mexicanos Jorge Volpi y Homero Aridjis, quienes lo resaltaron como uno de los más grandes de la literatura española. "Ha muerto Gabriel García Márquez. Con Borges, el más grande narrador en lengua española del siglo XX", dijo el primero en la mencionada red social.
"Con García Márquez murió el último representante importante del realismo mágico", dijo por su parte el poeta y novelista Homero Aridjis, en declaraciones a la agencia DPA.
El también mexicano Héctor Aguilar Camín resaltó que "ha muerto el mayor autor y el más querido de las letras españolas. Lo quisieron por igual los lectores y las musas".
Desde las letras chilenas, Roberto Ampuero dijo en su cuenta en Twitter que "la lengua española y la imaginación del mundo están hoy de luto, porque Gabriel García Márquez se fue para mirarnos de lejos", mientras que Hernán Rivera Letelier ensayó una mirada más amplia en declaraciones a Canal 24 Horas.
"Estoy casi de duelo, más que admirarlo lo quería mucho. Hay escritores a los que uno admira, y escritores a los que uno admira y quiere... Hay escritores como García Márquez, como Julio Cortázar o Juan Rulfo, por los que uno cruzaría la calle con luz roja para decirles que uno los quiere", dijo el antofagastino.
La Academia Sueca, que le entregó el Premio Nobel en 1982, también recordó al colombiano, a través de Facebook. "Con sus historias, él creó un mundo propio, el cual es un microcosmos. En su tumultuosa, desconcertante y, sin embargo, auténtica
y convincente escritura, refleja un continente con su riqueza humana y pobreza".