BAGDAD.- El toque de queda declarado el pasado jueves en Bagdad sigue vigente hoy ante la repetición durante el día y la noche de ayer de actos de venganza contra la comunidad sunita en varios puntos de Irak que causaron 33 muertos, mientras que la policía encontró otros 30 cadáveres sin identificar.
El Presidente iraquí, Yalal Talabani, pospuso hoy un viaje previsto a Irán para reunirse con su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, debido al cierre del aeropuerto internacional de Bagdad desde el pasado jueves y a que él también está participando en la ronda de conversaciones para lograr soluciones políticas a la crisis.
Talabani asistió esta mañana a una reunión con representantes de las principales formaciones políticas de todas las comunidades después de aumento de los enfrentamientos sectarios.
En una rueda de prensa el Presidente iraquí afirmó que "la reunión fue un éxito y que todas las partes acordaron participar en el gobierno de unidad nacional".
Las declaraciones de Talabani se produjeron justo después de la reunión con los miembros del Consejo Político de la Seguridad Nacional a la que también asistió el presidente de la región de Kurdistán, Masud Barzani.
Bagdad registró ayer varios atentados que fueron vistos como actos de venganza, perpetrados por milicias chiitas, que atacaron con morteros y granadas barrios sunitas como el de Hurriya donde murieron treinta personas y fueron quemadas cuatro mezquitas, según informaron fuentes policiales y testigos presenciales.
Además, las milicias chiitas del "Ejército del Mahdi" mataron ayer a dos vigilantes de la mezquita Samarrai en el barrio Al Amil, al oeste de Bagdad.
En la zona de la Nueva Bagdad unos desconocidos asesinaron a un imán de una mezquita sunita, dijeron fuentes policiales.
Los barrios sunitas de las otras provincias iraquíes fueron a su vez objeto de varios ataques.
En la región sunita de Bab Suleimán, al sur de la ciudad de Basora (550 kilómetros al sur de Bagdad), unos desconocidos hirieron a ocho personas después del lanzamiento de 16 morteros.
En el noroeste de Bagdad, en la localidad de Tuz Jarmatu, la explosión de un artefacto colocado en la mezquita Al Wahab produjo tres heridos.
Por otra parte, fuentes del Ministerio de Interior indicaron hoy sábado que unas patrullas del Ejército iraquí encontraron en las últimas 24 horas 30 cadáveres sin identificar y con claros signos de tortura en distintos barrios de Bagdad.
Las mismas fuentes revelaron a Efe que todas esas víctimas murieron por disparos de bala.
El toque de queda impuesto en Bagdad tampoco pudo impedir a miles de chiitas del barrio "Ciudad Sadr" celebrar el octavo aniversario de la muerte de Mohamed Sadr, padre del clérigo radical Muqtada Sadr, asesinado a manos de los servicios secretos del depuesto Saddam Hussein.