Díaz fue uno de los dramaturgos más llevados a las tablas en nuestro país.
El MercurioSANTIAGO.- A veces la expresión se utiliza con una frecuencia que la relativiza, pero ésta vez sí que es válida: El teatro chileno está de duelo. Jorge Díaz, uno de los más prolíficos y premiados dramaturgos de nuestro país, murió anoche a los 77 años, víctima de un cáncer al esófago.
La enfermedad se le había diagnosticado hace un tiempo, e incluso en los últimos meses le había impedido desplazarse.
Autor de piezas fundamentales en el teatro nacional, como "El cepillo de dientes", "Topografía de un desnudo", "Pablo Neruda viene volando" y "El velero en la botella", entre más de noventa obras, cuarenta de ellas dedicadas a niños. Gran parte de estas piezas fueron llevadas a escena por la compañía Ictus, a la que estuvo ligado desde 1959.
Díaz, nació en Rosario, Argentina, en 1930, proveniente de una familia de inmigrantes españoles, y pasó gran parte de su vida entre Chile y España, país en el que vivió desde 1964, hasta que 30 años después volvió a establecer su centro en nuestro país.
De profesión arquitecto, alcanzó fama como dramaturgo, escenógrafo y director teatral, trayectoria que en Chile fue reconocida en 1993 con el Premio Nacional de Bellas Artes, Comunicación y Audiovisuales. A éste se suman otros reconocimientos recibidos en distintos países, entre ellos el Antonio Buero Vallejo (México, 1992), el premio de teatro Centenario de la Caja de Ahorro (España, 1989) y el Palencia de Teatro (España, 1980).
En sus comienzos, sus obras se vincularon al teatro del absurdo y muchas destacaron por su fuerte orientación social, llenas de sátira a la realidad latinoamericana. Poseedor de un lenguaje directo, lleno de humor y sarcasmos, Díaz fue también autor de numerosos guiones para radio y televisión.
Proyectos en marcha
En el momento de su muerte, Díaz se encontraba con la pluma activa, preparando un libro que reuniría textos tachados por él mismo de "inclasificables". Se trata de "Perversiones orales", una edición de 92 páginas, compuesta de siete apartados: Diálogo entre el editor y el autor; Confesiones impúdicas; Falsas breverdades; Podría haber sido un cuento; Nuevas carcajodas; Perversiones orales y Fe de herratas (sic), que dan cuenta de la raíz en el absurdo y el trasfondo humorístico que imprimió en gran parte de su producción.
"No se trata precisamente de un libro con una idea precisa, sino de una serie de libros de los cuales llevo escritos por los menos tres. Al comienzo reunía sólo aforismos de humor, luego se fueron extendiendo hacia el campo del teatro y de las reflexiones más personales, sinceras y autobiográficas", explicó a El Mercurio en febrero de este año.
El libro será editado por Ril Editores, y su lanzamiento estaba planificado para fines de este mes.
Entre los proyectos teatrales que Díaz deja pendientes, se encuentra la trilogía "Náufragos de la memoria", que dirige Pablo Krögh y cuya primera obra, "Pájaros en la tormenta", fue estrenada a comienzos de este año en el Festival Santiago a Mil. Para este año se espera el estreno de "La mano inocente" y para el próximo el final con "Exit".