Presentan encuentro de payadores en Temuco

SANTIAGO.- A tres guitarras y un guitarrón será el encuentro de payadores que cuatro poetas populares chilenos, Cecilia Astorga, Pedro Yáñez, Eduardo Peralta y Hugo González, animarán este viernes 6 de julio en el Teatro Municipal de Temuco.

La presentación de poesía improvisada será parte del ciclo de galas en conmemoración de los diez años de ese teatro, explica Pedro Yáñez, ganador del Premio a la Música Presidente de la República en 1999. "Es un recital de gala y con todo un entorno que tiene que ver con el arte de excelencia".

Provenientes de Rancagua, Campanario, Santiago y San Carlos respectivamente, los cuatro poetas del encuentro son de mayoría provinciana. "Actuar en regiones es actuar en nuestra casa", define Yáñez. "Los provincianos todos tenemos una identidad, un modo más humilde y sincero".

Se trata del mismo grupo que el año pasado actuó en el capitalino Teatro Municipal de Ñuñoa, entre otros recitales recientes. "Este elenco puede actuar en una peña, en universidades, en una fiesta costumbrista, en un recital o en el Teatro Municipal. Es todo el espectro. Haber logrado con los payadores abarcar todo ese mundo y extender la cantidad de auditores es un orgullo".

Fiel a la estructura propia de los encuentros de payadores del cuarteto, el recital en Temuco incluirá modalidades de poesía improvisada como décimas con pie forzado (con temas propuestos por el público) y contrapunto en décimas, pero también hay innovaciones, dice Yáñez.

"La novedad que estamos usando ahora es siempre comenzar haciendo una rueda de décimas. Cada payador tiene que empezar en un trance, en un estado de concentración, y eso está en una rueda de cantos", explica, y asímismo el grupo comienza la segunda parte del recital con canciones.

"Una canción de cada poeta. Cecilia canta canciones de mucha raíz folclórica chilena, que son las que más armonizan con la voz de ella, canciones de raíz campesina y a veces contenido romántico. Y el Hugo hace una especie de fusión entre la Nueva Trova y la trova vieja. Eso también armoniza con el canto".

Hacia el final del espectáculo los payadores ponen en práctica la modalidad del banquillo inverso, en la que cada poeta transforma en pregunta versificada las sugerencias que da el público sobre los más variados temas de la contingencia. "Tiene una vigencia a prueba de cualquier estereotipo", concluye Yáñez. "Algunos creen que la paya es sólo del campo o del pasado, pero esto la actualiza y la trae hasta nuestros días".