Michael Jackson preparaba su regreso a los escenarios, con una serie de esperados shows en Londres.
APLOS ANGELES.- El cantante Michael Jackson, uno de los artistas más populares y relevantes del siglo XX, murió esta tarde tras sufrir un paro cardíaco que derivó en un coma profundo, según versiones difundidas por diversos medios de Estados Unidos.
De acuerdo con las primeras informaciones conocidas en horas de esta tarde, Jackson, de 50 años, llegó al hospital de la UCLA en Los Angeles en estado de coma, pese a las maniobras de resucitación que intentaron los paramédicos que llegaron hasta la residencia del cantante, luego de que éste sufriera un ataque cardíaco.
Los primeros reportes indicaron que el intérprete había sido hospitalizado de urgencia, luego de que a las 12:26 horas llamaran desde su hogar a los servicios de emergencia locales.
Tras arribar a su hogar e intentar reanimarlo, los paramédicos trasladaron al cantante rápidamente hasta el centro médico de la UCLA, donde en horas de esta tarde se ratificó su deceso.
La muerte sorprende a Michael Jackson justo cuando se encontraba ad portas de concretar el relanzamiento de su carrera, de la mano de una seguidilla de conciertos en Londres, que tuvieron un impensado éxito de ventas, lo que obligó a multiplicar las fechas.
Las presentaciones programadas en la O2 Arena se constituyeron así en la más concreta posibilidad de Jackson para volver a la primera línea de la música popular, lugar que había ocupado hegemónicamente en las décadas de los 80 y los 90.
Auge y caída
Tras surgir precozmente junto a sus hermanos en The Jackson Five, como una privilegiada voz y como el dueño de un carisma único, Michael inició una meteórica carrera como solista, tras fichar en el prestigioso sello Motown en los 70.
Allí editó seis álbumes, pero fue con la séptima placa de su carrera, ya en el sello Epic, que se consagró como una figura mundial. El disco Off the wall lo llevó a vender millones de copias en el mundo, y a imponer éxitos como "Don't stop 'till you get enough".
Sin embargo, fue con su álbum de 1982, Thriller, que su éxito, popularidad e influencia llegó a las mayores alturas en la música popular. Hasta hoy, esa placa es la más vendida de la historia, con más de 100 millones de copias. De ahí salieron éxitos como "Thriller", "Billie Jean" o "Beat it", todos ubicados durante semanas en el tope de los rankings de diversos países.
Esa ruta del éxito continuó con los álbumes Bad (1987) y Dangerous (1991), de donde salieron éxitos como "Smooth criminal", "Black or white" o "Remember the time".
Sin embargo, sus discos posteriores no llegaron a alcanzar los mismos niveles de popularidad, en un declive que no se detendría a pesar de sus múltiples intentos.
Ese declive vino de la mano de diversos cuestionamientos extra musicales, que comenzaron a fines de los 80 con el notorio cambio en la apariencia de Jackson, en quien ya no se veía el color moreno de su raza, sino una tez evidentemente blanca.
El cambio dio pie a toda clase de rumores, que el cantante intentó explicar en el vitíligo, una enfermedad degenerativa. Pero nuevos cambios en sus facciones (nariz, pómulos, ojos y mentón, entre otros), atribuidos a cirugías que Jackson siempre negó, transformaron a esa versión en secundaria e, incluso, poco creíble a ojos de la opinión pública.
Junto a ello comenzaron los rumores que ligaban al cantante con el abuso de menores, y que él mismo alimentó restándole gravedad a las invitaciones que hacía a niños para que jueguen y pernocten en su casa, un verdadero parque de diversiones que bautizó como "Neverland" ("Nunca Jamás"), tal como la tierra original de Peter Pan, el personaje que admiró y en el que se reflejaba.
Sin embargo, la liviandad e inocencia con la que incluso admitió dormir junto a niños, derivaron en el mayor escándalo que debió enfrentar, cuando en 2005 fue formalmente acusado de abuso de menores. El mundo se impactó con las imágenes que mostraron al otrora "rey del pop" en un tribunal, esposado y prontuariado.
Y aunque el jurado que estudió el caso lo absolvió de todos los cargos a fines de ese año, la reputación de Jackson había tocado fondo. El cantante no volvería a hacer noticia por aspectos musicales, sino por su quiebra económica, sus extrañas salidas por la ciudad (en pijama o silla de ruedas) y por toda clase de rumores en torno a su salud.
Pero, pese a ese historial de la última década, la muerte lo sorprendió en curva ascendente. En marzo de este año, el cantante anunció su retorno a los escenarios con diez conciertos en la O2 Arena de Londres, que la arrolladora demanda del público obligó a subir rápidamente a la sorprendente cifra de 50 prensentaciones.
El plan de retorno de Jackson, el primero que le estaba dando resultados tras una seguidilla de intentos fallidos, incluía la edición de un nuevo álbum, además de un DVD con el registro de sus presentaciones en vivo en Londres. Sin embargo, ese camino ya no podrá ser recorrido, y hoy está por verse si su temprana muerte, a los 50 años, le permitirán volver al trono en el que alguna vez se sentó, ahora en calidad de leyenda.
La vida familiar construida por Michael Jackson tuvo un mediático inicio en 1994, cuando contrajo matrimonio por primera vez con la cantante Lisa Marie Presley, hija del "rey" Elvis Presley, aunque ambos se divorciaron dos años después.
Jackson se casó por segunda ocasión con la dermatóloga Deborah Jeanne Rowe, a quien conoció durante su tratamiento por vitíligo, y con la cual tuvo dos de sus tres hijos: Prince Michael y Paris. El tercero, Prince Michael II, fue engendrado de forma artificial con una madre de alquiler, según el propio cantante reconoció. El divorcio entre ambos se concretó en 1999.