Francisca Solar retomará a partir de 2010 las publicaciones para público juvenil. La segunda parte de ''La séptima M'' es lo primero en la agenda.
Magaly VisedoSANTIAGO.- Percibaldo, el rey duende de Pequeño Lago, ha convocado a un singular torneo de magia. El ganador no sólo será el nuevo rey, también se convertirá en el futuro esposo de su única hija: La princesa Gwen. Todo participante debe tener un espejo mágico y el joven Brin Mandarín decide competir con el antiguo espejo de su abuelo, forjado nada menos que por elfos. Pero camino al torneo, sufrirá un percance que hará peligrar su sueño.
Ésta es la trama de "La asombrosa historia del espejo roto" (Ediciones SM, $6.300), el nuevo libro de la joven periodista y escritora Francisca Solar, y que estuvo entre los finalistas del concurso Barco de Vapor 2009.
Solar se hizo conocida en 2003, cuando tras desilusionarse de la quinta entrega de Harry Potter, escribió el fanfiction "Harry Potter y el ocaso de los altos elfos" y lo publicó en internet, logrando más de 800 mil visitas. Luego vino el turno de "La Séptima M" (2006), novela de suspenso paranormal que la convirtió en la escritora chilena más joven en ser publicada a nivel internacional. En Latinoamérica y España ya ha vendido 22 mil copias y está traducida al portugués, rumano y polaco.
-Después del fanfic de Harry Potter y "La Séptima M", ¿cómo surgió este interés por la literatura infantil?
-El gran culpable es mi hermano Juan José, quien tiene 14 años y Síndrome de Down. Hace mucho tiempo que tenía la inquietud de escribir sobre él, sobre su condición y la maravilla de tenerlo en mi vida. Su presencia afirmaba mi idea de que la diversidad es muy importante en todas las etapas de la vida, y que mientras más chicos enseñes a los niños el respeto hacia lo distinto, mejor será implantar el mensaje durante su crecimiento. Así nació "Igual a mí, distinto a ti", mi primer libro infantil, para los chicos más chicos (de 3 a 6 años), que habla de dos hermanos gemelos, donde uno de los dos tiene Síndrome de Down, pero su hermano "normal" lo ve tan igual a él que le sorprenden las diferencias del mundo.
-En ese contexto, ¿de qué manera nace "La asombrosa historia del espejo roto"?
-Algo que he tenido claro desde siempre es que es un error garrafal subestimar la comprensión de los niños. Hoy ellos tienen un acceso ilimitado a un gran caudal de información, y el movimiento vertiginoso de la sociedad los obliga a crecer más rápido, a entender cosas que antes nuestros padres nos ocultaban o simplemente no se hablaban. En ese sentido, me he dado cuenta que ante muchos de los problemas o conflictos que los adultos vivimos, los niños viven lo mismo, aunque en profundidades o contextos distintos, pero es el mismo conflicto al fin. Uno de ellos es el dilema de mentir y salirme con la mía o decir la verdad y correr el riesgo de perder algo o alguien. En otras palabras, ganar por las buenas o por las malas. Como adultos lo vivimos constantemente, pero los niños pasan por lo mismo, en su construcción de identidad, su afán de mantener amistades por las razones correctas, incluso en el trato con los profesores en los colegios.
-¿Y cómo ha reaccionado tu público juvenil ante tus nuevos libros? ¿Puedes adelantar algo sobre tus próximos proyectos literarios?
-Todo lo que hago lo reciben con alegría, y es maravilloso. Les encanta que escriba para niños, han sido un apoyo fundamental; circulan el dato entre sus hermanos chicos, sobrinos, hijos, etcétera, y mucho entre profesores de Lenguaje, que son los más entusiastas con mis propuestas. De todas maneras, también me exigen que regrese con libros juveniles. Y estoy en eso plenamente. La segunda parte de "La Séptima M" debería ver la luz en 2010, y a la par estoy terminando otra novela que está un poco en el limbo en cuanto a edad. La veo para preadolescentes, 14 años en adelante.
-¿Qué temas te interesa explorar y por qué?
-Amo la fantasía en todos sus niveles, ya sean historias completamente imaginarias como "El Señor de los Anillos" o fantasías "aterrizadas", como los sucesos paranormales, que para mí son más realidad que ficción. "La Asombrosa..." está ambientada en una colonia de duendes, pero en la continuación de "La Séptima M" ficciono con el caso real de una avioneta que cayó en el Amazonas y todos sus tripulantes desaparecieron. La "magia" de la vida, todo aquello que no somos capaces de explicar o comprender mediante la razón o lógica, es lo que me ha fascinado siempre y lo que me interesa que la gente conozca a través de mis libros.
-Hace ya algunos años que las librerías tienen mesones especialmente dedicados a la literatura juvenil, fantástica, de vampiros. ¿Qué opinas de este aparente "boom"?
-Creo que por fin la industria editorial se dio cuenta de que el nicho juvenil estaba perdido y olvidado, y vio en él una asombrosa posibilidad. De ahí el auge de la literatura fantástica, que tiene a la mayoría de sus fans en ese segmento (16-30 años), y todos los "booms" relacionados, como lo que vemos hoy con los vampiros. Personalmente creo que pasará luego, dudo que sea de larga vida, pero así como éste vendrán otros, como lo fueron los magos en los '90 con Harry Potter y todos los sucedáneos que aparecieron tras él. Seguirán apareciendo otros temas para seguir escribiendo, sobre todo para niños, pues es un área cada vez más exigente y que hoy por hoy se ha abierto maravillosamente a nuevas temáticas y nuevas formas de abordar escenarios que antes habrían sido impensables de acercar a los más chicos.