Marc Anthony lo hizo otra vez: público chileno se rindió ante el salsero
El cantante de origen puertorriqueño derrochó energía y encanto ante una audiencia de cerca de 7 mil personas en la inauguración del hotel Monticello, en San Francisco de Mostazal.
18 de Diciembre de 2009 | 00:00 | Por Bárbara Covarrubias, Emol
SANTIAGO.- Tal como sucede cada vez que viene a Chile, Marc Anthony dejó rendido a sus pies a su fiel público, que en su mayoría viajó desde Santiago para verlo por primera vez en Latinoamérica haciendo duo con su esposa, Jennifer Lopez, en la inauguración del hotel Monticello, en la Sexta Región.
Precedido por un show de luces de avanzada tecnología, que tuvo como pantalla gigante la infraestructura del recinto, el salsero abrió su show con una carta segura. Con "Valió la pena", el artista dejó claro, una vez más, la razón por la que es una de las figuras más importantes de la salsa a nivel mundial.
Con la humildad que lo caracteriza, una voz impecable y sexys movimientos pélvicos, Marc Anthony levantó de sus asientos a una audiencia, que en un inicio estuvo muy tímida y algo distante de lo que sucedía en el escenario.
Cecilia Bolocco, Juan Pablo Sáez y Mario Guerrero, se encontraban entre el público que coreó cada una de las canciones que interpretó, entre ellas los éxitos, "Y hubo alguien", donde desplegó todos sus dotes artísticos, "Hasta ayer", y "Contra la corriente".
En cada uno de los temas, el cantante dio espacio para que los integrantes de su banda demostraran sus virtudes a cargo de los timbales, los teclados y otros instrumentos.
Uno de los momentos más intensos de la fría noche en San Francisco de Mostazal se vivió cuando Anthony, quien tuvo un rotundo éxito en el último Festival de Viña del Mar, interpretó la canción "Hasta que te conocí" del cantautor mexicano Juan Gabriel, con la que hizo gala de la potencia de su voz, sosteniendo varias notas de la famosa composición.
Durante el resto de la presentación, el cantante bailó e interactuó animadamente con el público que coreó cada una de sus canciones y esperó pacientemente el debut en Chile de su esposa, el que se produjo sólo pasada la medianoche.