Héctor Retamal, El Mercurio
SANTIAGO.- Con un concierto masivo celebrado anoche en el Parque O' Higgins, culminó su paso por Chile la Marcha Mundial por la Paz y la no Violencia.
En el denominado "Concierto por la paz", participaron los argentinos Pedro Aznar, César Isella, Vitorio Menghi y Cristián Soloa. Además del grupo colombiano Doctor Krápula y Fernando Jiménez, de Costa Rica, a los que se sumaron los nacionales Lucybell, Chancho en Piedra, Inti-Illimani, Florcita Motuda, Denise Malebrán, Juana Fe, Sexual Democracia y Sol y Lluvia, entre otros.
La última escala de la Marcha Mundial por la Paz, concluirá el próximo sábado en la localidad argentina de Punta de Vacas, a los pies del Monte Aconcagua, informaron hoy los organizadores de la iniciativa.
La iniciativa, que movilizó a miles de personas a través del mundo, se inició en Wellington (Nueva Zelanda) el pasado 2 de octubre y pasó por el sudeste asiático, la India, Europa, África, Estados Unidos, México, Centroamérica, y varios países de Suramérica como Brasil, Ecuador, Colombia, Bolivia y Perú.
La idea, dijeron los organizadores, fue despertar la conciencia mundial sobre la necesidad de un mundo sin guerra ni violencia, con propuestas como el desarme nuclear, el abandono de los territorios ocupados, la reducción progresiva del armamento convencional y la renuncia de los gobiernos al uso de la fuerza.
El humanista español Rafael de la Rubia, coordinador general de la Marcha, fue recibido en Santiago por la ONG chilena "Mundo sin guerra"; fue declarado huésped ilustre de la capital y lo recibió la Presidenta Michelle Bachelet, en el Palacio de La Moneda.
Este martes se realizó una "cicletada" (desfile masivo en bicicleta) hasta el Parque Por la Paz, ex Villa Grimaldi, y ayer, miércoles, hubo cuatro marchas que confluyeron desde cuatro puntos en la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda.
La Marcha Mundial por la Paz recibió el pasado noviembre, en Berlín, la Carta Mundial por la Paz, escrita por los Premios Nobel de la Paz, la que fue entregada al Papa Benedicto XVI y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
