En sus tradicionales negro y rojo, así es la presentación de la nueva entrega de ''Drácula''.
RocaSANTIAGO.- A Edward Cullen, el ultrafamoso vampiro de la saga juvenil "Crepúsculo", le salió competencia al camino. Y se trata nada menos que del mismísimo Drácula. Sí, el más famoso de los no-muertos ha regresado de la tumba, directamente a una esperada secuela ambientada 25 años después de que el poderoso conde transilvano acabara convertido en cenizas.
"Drácula, el no muerto" (Roca Editorial, $ 15.000), está escrito por Dacre Stoker, sobrino nieto de Bram Stoker, e Ian Holt, historiador y guionista experto en Drácula. Y desde antes de que se publicara en inglés, los editores dejaron en claro que ésta se había escrito con la autorización expresa de los herederos directos de Stoker.
Esta secuela está basada —según afirmaron los autores— en el estudio de las notas dejadas por el mismísimo Bram Stoker (algunas de las cuales se reproducen en un apéndice al final del libro). Y un ejemplo de ello es que el título original que Stoker le había dado a su novela —pero que luego acortó— fue precisamente "Drácula, el no muerto".
La secuela comienza en 1912, un cuarto de siglo después de los acontecimientos narrados en la historia original. El competente doctor Seward ahora es un adicto a la morfina, y Jonathan Harker se transformó en un alcohólico incapaz de mirar de frente a su esposa, Mina, que mantiene intactas su belleza y juventud.
Ambos tienen un hijo, Quincey, que estudia Derecho en La Sorbona, aunque lo suyo realmente es el teatro. El mismo que descubrirá por casualidad la historia de Drácula al conocer una representación dirigida por el propio Bram Stoker, que así se transforma en un personaje más de la novela.
Sin embargo, una serie de asesinatos atribuidos a Jack el Destripador —el doctor Van Helsing está entre los sospechosos— pondrá en peligro a todos los que un cuarto de siglo antes se vieron involucrados en la muerte del conde. Un nuevo peligro acecha las calles de Londres.
A 112 años de la publicación original, cabe mencionar que en rigor la novela de Bram Stoker no fue el primer relato sobre vampiros, ya que la precedieron "El Vampiro" (1819), de John William Polidori, y "Carmilla" (1872), de Joseph Thomas Sheridan Le Fanu. Sin embargo, ninguna de las dos alcanzó la fama y la proyección de "Drácula".
Más de alguien pudiera preguntarse por qué justo ahora aparece esta secuela, en un momento en que las historias de vampiros arrasan en la literatura, la televisión, el cine y los videojuegos. La respuesta queda abierta a la discusión, pero más allá de las suspicacias, es justo decir que "Drácula, el no muerto" es una novela muy bien construida (sin el recurso epistolar de la obra original, por cierto), producto de una exhaustiva investigación del mito y los apuntes del propio Stoker. Y que no decepcionará a los amantes de este subgénero.
Un consejo: No deje de leer, al final del libro, el ensayo de la profesora Elizabeth Miller, una verdadera experta en la figura de Drácula.