La comunidad chilena del metal no le falló a Megadeth

SANTIAGO.- La comunidad chilena del heavy metal no le falló a Megadeth: prácticamente llenó el Movistar Arena en su nueva visita al país, demostrando que la banda Norteamericana es una de las más queridas y respetadas de este género, quizás solo superada en popularidad por Iron Maiden.

Antes de que Dave Mustaine -el colorín guitarrista echado de Metallica-, saliera a escena, la fanaticada criolla ya coreaba su nombre. Y se entregó de inmediato cuando el  también cantante de voz ronca abrió su show junto al retornado bajista David Ellefson (estuvo peleado a muerte con Mustaine).

Y si bien el motivo del paso de la banda por Santiago, era mostrar en vivo el último disco de la banda, Endgame, el público enloqueció de gusto porque Mustaine no tuvo problemas en recordar casi entero el Rust in peace. Ésta es su placa más célebre, y este año se cumplen dos décadas desde su salida al mercado.

Tanto fue la conexión entre el cantante de "Take no prisioners" y el público chileno, que éste confesó su admiración cuando terminaba su concierto, tras una hora y media de sacarle chispas a su guitarra.

"Ustedes son una gran audiencia", dijo Mustaine, entremezclando un garabato en inglés. Y agregó que por eso iba a tocar otro par de canciones. Sólo pidió algo de tiempo para ponerse de acuerdo con la banda. El público, feliz por el bis, empezó a gritar: "¡Mustaine, dios!".