El regreso al pop de Daniela Aleuy: "Usé y abusé de los sonidos folclóricos"

SANTIAGO.- “En medio de las grabaciones me cambié de casa. Grabé cosas en condiciones imposibles de considerar profesionales. Mi computador se murió, me conseguí otro y seguí adelante. Me di cuenta de que estaba trabajando muy en serio, pero al mismo tiempo quien me hubiera visto grabando un disco así hubiera dicho todo lo contrario”.

En serio o en broma, la cantante pop Daniela Aleuy terminó llamando a su tercer disco Encerio, el mismo que este viernes va a estrenar en un concierto gratuito en el Centro Cultural de España (Providencia 927, 19.30 horas).

Se la recuerda por sus diarias apariciones en televisión, en el popular programa de la tarde juvenil y magazinesca que conducían hace más de diez años Felipe Camiroaga y Karen Doggenweiler. Allí, detrás de la escena, a un costado de ella o en el segundo piso del set, una veinteañera Daniela Aleuy compartía los micrófonos del coro junto a María Ela, la otra cantante que se independizó para iniciar una carrera de solista.

Aleuy salió primero al ruedo, con un contrato en Warner Music que le significó el disco Así soy yo (2000), un claro ejercicio de pop romántico y balada latina con que tuvo cierta figuración en la última etapa de vida de la industria disquera. Allí contó con el apoyo del compositor Daniel Guerrero (ex La Sociedad).

“En esos años, las cosas eran bastante diferentes a nivel discográfico. Los sellos contaban con presupuestos para grabar, mezclar, masterizar y hasta para hacer videoclips. Era normal tener acceso a todo eso cuando se conseguía firmar con una compañía. Yo tuve la suerte de hacerlo justo antes de que llagara la crisis (asiática), y eso me permitió tener acceso a los privilegios de cierto glamour de ser artista de un sello multinacional” dice Aleuy.

-Pero también hubo un final...
-El hecho de enfrentar la crisis me hizo entender que con el tiempo y sin un apoyo firmado, un artista debe saber cómo hacerse notar aunque carezca de todos esos elementos a favor. Eran cosas que ayudaron y fueron el soporte de un trabajo, pero finalmente no lo definen todo. El talento y el trabajo que implica la autogestión es un camino duro pero muy gratificante.
 
El máximo ejemplo de esa autogestión es el disco titulado Encerio, que Aleuy va a presentar este viernes y que sucede a ese trabajo intermedio que editó a través un sello pequeño como La Oreja. Con Creer (2006), la cantante salió de la rigurosa balada romántica para introducirse en un tipo de pop melódico con guitarras acústicas.

Encerio está presentado como un disco “lúdico, fresco y muy profundo en su contenido”. Le tomo a Daniela Aleuy dos años de trabajo exhaustivo con todas las adversidades que ella narraba en su proceso de creación. Los primeros singles son “Nada más” y “Café por la mañana”, que ya están teniendo presencia en radios locales. El disco estará disponible a través de la plataforma de descargas legales Portaldisc.com.

“Antes yo me aburría un poco de la producción de un disco. Sólo trabajaba con mi voz en proyectos, discos, teleseries y hacia coros para artistas y programas de TV. Ahora la cosa es diametralmente opuesta. Hacer un disco ya forma parte de mi cotidianeidad y tengo implementado todo en mi casa para levantarme y hacer música en el momento que se me ocurra”, cuenta la cantante y ahora compositora.

-¿Y qué cambios musicales adviertes a la altura de un tercer disco?
-Este disco nació de manera bastante más espontánea y placentera. Me gustó mucho encontrar letras que no sólo hablaran de amor, sino de cómo me siento yo frente al mundo, con la convivencia con diferentes valores y locuras. Es algo nuevo, que no había experimentado como creadora. Estuve bastante rato escuchando discos y viendo bandas, lo que me nutrió y me hizo ponerme metas. Me di la libertad de poner armonías y sonidos que no tenían tanto sentido ni coherencia, pero que me parecían bien. Tampoco me compliqué mucho con las estructuras y me di el gusto de invitar músicos variados y con diferentes sonidos para abrir posibilidades y sumar sonoridades.

-¿Qué clase de sonido hay ahora?
-Usé y abusé de sonidos folclóricos sin ningún respeto, pero por el gusto de abrir opciones y entender que estos ritmos y sonidos son parte de nuestro inconsciente y creo que es necesario usarlos. Eso lo adquirí cuando estuve viviendo en México y quedé maravillada viendo cómo los mexicanos saben incorporar sus sonidos al pop o a otras músicas. El hecho de criarme en provincia (nació en Coyhaique) y contar mucha música folclórica también me facilitó las cosas.

-¿La composición te pertenece o tomas canciones de otros autores?
-De las diez canciones, nueve son propias. Y me di el gusto de cantar “Volver a los 17” de Violeta Parra en una versión muy extravagante y pop.