SANTIAGO.- A sus 22 años, Pablo Holman sabe de sobra cómo es el éxito y la popularidad. Ha subido varias veces al escenario de los premios MTV para recoger algún premio, se ha embarcado en largas giras, y ha vendido miles de discos de la mano de Kudai. "Tengo experiencia, no lo voy a negar. Me encanta tener experiencia", dice.
Sin embargo, hoy todo eso pareciera formar parte de otro tiempo. "Me siento nuevo en esto", asegura. La razón de ello está en Lillyput, el naciente proyecto con que busca volver a la música, tras el receso con perfil de quiebre en que se encuentra el cuarteto de "Sin despertar".
"Es que es otra música, otras letras, otros compañeros, estoy tocando guitarra. Todo es nuevo, pero realmente me emociona", explica. En el grupo, Holman ya no es uno más de un cuarteto vocal. Ahora es el frontman de una banda en que las distorsiones y las vertientes más pesadas del rock juvenil son el eje de la propuesta.
"Me estoy encargando de que sea lo más metal posible", dice, tarea que él define como "dar el toque Lillyput" a las canciones. "Las guitarras tienen que ir afinadas más graves, tienen que tener distorsiones agresivas, amplificadores no comunes, cosas bien pesadas, guitarras de siete cuerdas", menciona como características de ese "toque", que tiene entre sus referentes a grupos como Deftones y Slipknot.
"Y ser lead vocal es otro concepto: Esto es una banda, y eso me tiene muy contento. La vida te pone retos, cosas que nunca has hecho. Nunca en un concierto había tocado la guitarra por una hora y media. Quizás me equivoque, pero son cosas que tengo que hacer e ir puliendo", agrega.
En su etapa inicial, el grupo que también integran los chilenos Christopher Menhey y Francisco Salinas ya tiene cinco temas grabados y un sencillo ("Dejarte atrás"), han trabajado con nombres como Koko Stambuk y ya planean comenzar a mostrarse en otros países, aunque aseguran que todavía no hay una ruta definida. "No tenemos videos, no hemos hecho promoción, estamos empezando", dice Holman.
El descanso de Kudai
Pero el inicio de un nuevo proyecto que vuele alto no es lo único a que aspira Lillyput en este momento. El trío además busca recoger a la gran masa de fans que quedó huérfana tras la bajada de Kudai. "En el momento en que decidimos tomarnos un descanso, yo decido agarrar a todos estos fans y no dejarlos en el aire. Ellos entienden, y yo agradezco su comprensión. Saben que cada integrante tiene que hacer lo que quiera hacer".
Pablo Holman todavía prefiere hablar de "descanso", pero lo cierto es que la posibilidad de regreso con Kudai aparece cada vez más lejana. No por las nuevas inquietudes musicales del cantante ("Kudai terminó siendo un grupo muy rockero", aclara), sino por el quiebre en las relaciones que se produjo en el interior del grupo.
Bárbara Sepúlveda habló de esa ruptura este año, y apuntó específicamente a la ecuatoriana Gabriela Villalba. "No estoy de acuerdo con la actitud que ha tenido", es todo lo que dice sobre la chilena Holman, quien se mantiene más cercano a Gabi. De hecho, ambos continúan viviendo en México, y ya ha intercambiado opiniones con ella acerca de Lillyput.
Pero, así y todo, la idea del receso se mantiene en Holman, y no dramatiza con estos distanciamientos. "Es sólo que ellos están haciendo sus cosas, yo las mías, y les deseo lo mejor. Mantengo una relación excelente con los integrantes del grupo".
Por ahora, el cantante y su nueva banda no tienen anotada una próxima visita a Chile en el calendario, pero espera que ésta se produzca en 2011. "No tenemos fechas, pero seguro que será muy pronto. Quizá no tengamos los sencillos como para hacer un concierto, pero seguro haremos algo, aunque sea más pequeño".