La directora de la Fundación no ve mayor complicación en el comentado saludo de Mike Patton a Don Francisco, a quien llamó ''Don Corleone'': ''Me pareció una humorada y un saludo del rock'', dice.
Macarena PérezSANTIAGO.- Ximena Casarejos habla con un un hilo de voz. Una disfonía asoma hoy como la "herida de guerra" que le dejaron las 27 horas de Teletón, coronadas anoche en el Estadio Nacional.
Pero, a estas alturas, esa afección es un simple detalle. La directora de la Fundación Teletón está contenta y satisfecha, no sólo porque los $18.890.559.347 del último cómputo evidenciaron una holgada superación de la meta, sino porque, una vez más, comprobó cuan instalada está la iniciativa en el corazón de los chilenos.
"Sentimos un gran compromiso con todo el país. Efectivamente sufrimos bastante, éste fue un año especialmente difícil, y conseguimos llegar a una meta que no nos imaginábamos", dice hoy.
"Acá hay una demostración de que la gente confía en lo que estamos haciendo: Las personas, las empresas, la televisión. La Teletón ya traspasó la campaña misma, está instalada como una obra de país, y hay un compromiso con cada uno de los chilenos que nos apoya. Lo que corresponde ahora es seguir trabajando en los institutos los 365 días, entregando el mejor servicio a los niños y jóvenes que atendemos", agrega.
-¿Qué ocurre cuando se sobrepasa la meta con holgura? ¿Queda un margen que permite desarrollar nuevos proyectos?
-Tenemos desafíos permanentemente. Seguimos creciendo, y estamos proyectando cuatro institutos: El de Copiapó está listo para abrir sus puertas en marzo, y tenemos tres más en proyecto, que son los de Calama, Valdivia y Coyhaique. Vamos a crecer en un 50 por ciento en Santiago. Esto es con el apoyo de los gobiernos regionales, pero la Teletón los mantiene (los centros) para siempre.
-¿Hay algo que le gustaría que cambiara en las próximas campañas? El progreso de las donaciones, por ejemplo, se incrementa en el último momento, pero pasados dos tercios de la transmisión la meta iba en 50 por ciento.
-A nosotros siempre nos gustaría llegar a la meta antes. Hay quienes creen que de antemano tenemos conseguida mucha más plata de la que estamos diciendo, pero como una manera de transparentar eso presentamos a los auspiciadores al comienzo del programa, y damos la señal clara de que, más allá, de esa plata, todo Chile tiene que comprometerse. Esto empieza a resolverse en esas 27 horas restantes. Aquí nos jugamos el todo por el todo, el futuro del año de la institución, en esas 27 horas. Gracias al público y a las empresas, hasta ahora nos ha ido siempre bien.
-Al mediodía se transmitió mucha preocupación de parte de Don Francisco.
-Eso es efectivo. Hay muchas cosas. Seguramente tenemos que ir mirando cómo hacer algunos cambios, cómo mejorar las cosas, porque la Teletón ha crecido mucho, pero necesita no perder su esencia, que es algo que nosotros cuidamos mucho. Estar instalados en el corazón de Chile es algo que logramos con mucho esfuerzo. Pero la preocupación es genuina, porque estamos en línea con el banco y sabemos cómo va el comportamiento allí. Pero frente a una tradición tan querida como ésta, sentir orgullo de lo que hicimos como país es lo más importante. Ojalá que la gente nunca deje de colaborar con la Teletón y sentirse parte de ella. Creo que hoy los chilenos se levantaron más contentos.
-De las 27 horas, ¿qué momento recuerda especialmente?
-Los reportajes estuvieron excepcionales. Para mí, son el eje de la transmisión. Es difícil decir qué es lo mejor. Todo estuvo muy bien logrado, y trabajamos para que tuviéramos un broche de oro en este Bicentenario. En ese sentido, hicimos bien el trabajo y eso es motivo de orgullo para quienes participamos, en cualquier dimensión.
-Hubo mucha emoción en el Teatro con la historia de Francisca Pérez, que abrió la Teletón.
-Lo que me emocionó del reportaje de la Francisca, que lo vi hace dos meses, es cómo está, cómo ha progresado. Eso me sacó lágrimas, porque ahí uno dice 'vale la pena', y el trabajo que se hace con los profesionales en los institutos es grandioso. Eso me emociona mucho. Le mostramos al resto del país que la autovalencia se puede conseguir, y que hay que apoyar, no discriminar. Que las personas que tienen diferencias, tienen los mismos derechos.