Gonzalo Rojas recibió el Premio Nacional de Literatura en 1992, y el Premio Cervantes el 2003.
La SegundaSANTIAGO.- Este lunes a los 93 años falleció Gonzalo Rojas, destacado poeta y Premio Nacional de Literatura, aquejado por un accidente cerebrovascular sufrido el pasado 22 de febrero.
Tras permanecer bajo un delicado estado de salud el literato fue atendido en su casa de Chillán, hasta que el pasado 12 de marzo fue trasladado a un centro asistencial de Santiago, donde finalmente falleció a las 6:15 de este lunes, acompañado por su familia, informó su hijo Gonzalo Rojas-May.
Rojas nació el 17 de diciembre de 1917 en Lebu en el seno de una familia minera. De hecho, su primer libro "La miseria humana" (1948), está inspirado en este mundo que conoce perfectamente. Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Chile y fue alumno del Instituto Pedagógico.
Fue jefe de redacción de la revista "Antártica" y en 1938 ingresó en el grupo "La Mandrágora", de tendencia surrealista, movimiento del que Rojas hizo un camino propio, intuitivo y personal.
Entre los principales galardones que recibió el destacado escritor están el premio Cervantes en 2003 y el Premio Nacional de Literatura en 1992, siendo valorado como uno de los poetas más importantes del país en la actualidad, junto a Nicanor Parra. Al cumplir 90 años, Michelle Bachelet le hizo entrega de la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.
Entre las obras más importantes del poeta resaltan "Contra la muerte" de 1964, "Del relámpago" (1981) y "La miseria del hombre" (1995). La obra de Rojas ha sido traducida a varios idiomas y su nombre aparece en gran parte de las antologías literarias del mundo.
En 1970 fue nombrado por Salvador Allende como Consejero Cultural en China y en 1973 se desempeñaba como embajador en Cuba. En ese momento se vio obligado a mantenerse en el exilio, primero en Alemania Oriental y luego en la antigua Unión Soviética.
"Los últimos días era claro que él estaba con un deterioro significativo, así que la verdad que no nos sorprendió mayormente", afirmó Rojas-May, quien tuvo la oportunidad de estar junto a su padre al momento de su fallecimiento. "Nosotros creemos que nuestro padre tuvo una tremenda vida, estamos muy agradecidos", añadió.
El hijo menor del poeta destacó a radio Cooperativa que su padre siempre "se mantuvo activo" y lleno de proyectos, hasta el infarto que lo afectó en febrero. "Fue realmente un privilegio tener la suerte de tenerlo para ver el mundo, para aprender a leerlo con él", agregó.
"Él volvió formalmente a vivir a Chile en 1995 y nunca le gustó demasiado Santiago. Además como tenía siempre compromisos fuera de Chile —él vivió fuera por 25 años, desde 1970 a 1995— realmente lo agobiaba un poco la fama, los llamados y toda esa cosa. Para él era un refugio estar en Chillán", agregó el hijo del vate, quien definió a su padre como "un hombre profundamente democrático", lo que le significó "dificultades no menores" durante su vida.
El ministro de Educación, Joaquín Lavín, lamentó en radio Cooperativa el deceso del escritor al señalar que "es una gran pérdida para la literatura chilena".