SANTIAGO.- Los enfermos más graves afectados por el Virus Hanta, los cuales hasta ahora fallecían debido a la severa insuficiencia respiratoria que les provoca este agente viral, serán conectados a un de pulmón artificial, alternativa terapéutica que se aplicará sólo en aquellos pacientes cuyos órganos han perdido casi en su totalidad la capacidad para transportar oxígeno.
Así lo explicó el ministro (s) de Salud, doctor Ernesto Behnke, quien precisó que se está estudiando la posibilidad de "utilizar una máquina que se encuentra en el Hospital de la Universidad Católica que permite hacer un pulmón artificial".
"El paciente conectado a una máquina, oxigena su sangre a través de este mecanismo. Es parecido a lo que se hace en la cirugía extracorpórea", precisó el secretario (s) de Estado.
La autoridad señaló que hasta ahora no se ha producido un caso que efectivamente amerite ser conectado a dicho equipo, pero añadió que "cuando se necesite, lo vamos a hacer".
En la actualidad la mitad de los pacientes contagiados muere a causa del Hanta.
Behnke informó que respecto al tratamiento que se entrega a los enfermos con este mal, no existe un protocolo común. Indicó que lo que se hace es ejecutar medidas generales tales como el uso de respiradores mecánicos y de corticoides para tratar de mantener a los pulmones afectados.
Esta información fue proporcionada luego de la reunión que sostuvo con la ministra (s) del Trabajo, María Adriana Hornkohl, y representantes de la Asociación Chilena de Seguridad, la Mutual de la Cámara Chilena de la Construcción y el Instituto de Seguridad del Trabajo.
Las dos autoridades destacaron la labor preventiva que los tres organismos privados han efectuado en torno al Hantavirus a través de folletos y trípticos informativos que han repartido entre los trabajadores, especialmente a aquellos más expuestos a la posibilidad de contraer el virus.
En tal sentido, Ernesto Behnke dijo que el 75 por ciento de los 138 casos confirmados en Chile hasta el momento, corresponde a hombres y que, del total de infectados, entre el 60 y 65 por ciento son trabajadores que realizaban labores agrícolas o forestales en áreas silvestres.