SANTIAGO.- El Seremi metropolitano de Transportes, Guillermo Díaz; el director de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT), Fernando Jofré, y otras autoridades se reunieron hoy para explicar los aspectos operacionales de la segregación de la Alameda.
Según el funcionario, este proyecto, que tomaría seis u ocho años para su desarrollo efectivo, es importante porque involucra a más de un millón de personas en la mañana y la misma cantidad de gente durante la tarde, que transitan en buses de transporte público y que se verían beneficiadas con este proyecto.
Guillermo Díaz dijo que las vías segregadas en la Alameda han tenido un costo no superior a los 260 millones de pesos, recalcando que desde el 5 hasta el 25 de marzo comenzará a realizarse el período de marcha blanca tendiente a detectar las imperfecciones, dificultades y bondades que presenta el proyecto.
El gerente del Proyecto Alameda, Henry Malbrán, precisó que es "un proyecto de especialización de vías que permite segregar los flujos del transporte público mayor de los flujos de automóviles de transporte liviano".
Afirmó que el ordenamiento y separación de los flujos implican varias consecuencias, como mejora en las condiciones de operación de los buses del transporte público mayor, lo que significa una reducción de los tiempos de viajes entre un diez y un 30 por ciento.
Malbrán afirmó también que existirá una disminución de la emisión de contaminantes de los buses, porque podrán transitar a una mayor velocidad; al separar físicamente los flujos de medios de transporte de diferente tamaños- buses y vehículos- se reducirá la cantidad de accidentes graves.
Destacó que este proceso de marcha blanca tiene un propósito educativo para los usuarios -principalmente de automóviles-, enfatizando que están formalizando una situación que ya operaba en la Alameda hace varios años, pero sólo con demarcación.
El secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), Antonio Dourthé, señaló que esta comisión ha diseñado un sistema de señales para informar al usuario respecto de los espacios que le corresponden, además de los lugares de virajes permitidos.
Además, especificó que se van a instalar 123 señales, de las cuales 25 son de carácter reglamentario; cuatro preseñalizaciones -ubicadas 100 metros antes que indicarán los futuros destinos- y 24 señales informativas.
Dourthé hizo un llamado a los conductores de buses a respetar los paraderos diferidos, cerrar las puertas del medio de transporte público, entre otras; en el caso de los peatones los emplazó a no cruzar las vías en lugares no habilitados, no caminar por la calzada o muy cerca de ella.
El director de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT), Fernando Jofré, dijo que ésta ya ha implementado nuevas programaciones en todos los semáforos a lo largo del eje y en los diferentes periodos del día.
Jofré dijo además, que ya se establecieron las rutas alternativas para los usuarios de autos particulares que antes en su recorrido contemplaban la Alameda.
En relación con los posibles problemas que conlleve para los taxis y colectivos la implementación de las vías segregadas en la Alameda, al Gobierno hizo una propuesta a los gremios con definiciones concretas, que presenta alternativas para un sector que no está autorizado para prestar servicios en la Alameda.
La proposición tiene relación con la identificación de esquinas transversales a esta última calle, donde se pueden implementar o desarrollar puntos para tomar o dejar pasajeros.