LA PAZ.- Unos 500 vehículos, la mayoría de carga, permanecían varados en la carretera internacional que une Bolivia con Chile a causa del lodo y las inundaciones, en tanto las labores de rehabilitación del tramo afectado cesó por falta de maquinaria, informó el martes una autoridad municipal.
La situación se agravó esta madrugada luego que, como consecuencia de las lluvias, tres vehículos de transporte pesado quedaron atrapados en el lodo de un paso de emergencia habilitado para no interrumpir el tránsito de carga al puerto chileno de Arica, informó Alejandro Choque, alcalde de la comarca de Curahuara de Carangas, aledaña a la zona de desastre.
Las inclementes lluvias, que también afectan a la región norte de Chile, produjeron daños de diversa magnitud en unas 300 viviendas de campesinos asentados en esa población, distante 200 km al suroeste de La Paz, según el municipio.
"Estamos abandonados a nuestra suerte", se quejó por teléfono Teodoro Carlo Colque, dirigente del sindicato de transporte de carga, al anunciar que desde este martes los conductores dejarán de pagar el peaje de mantenimiento de carreteras.
El sector afectado, que se desplomó el fin de semana por las intensas lluvias sobre la zona y que ocasionó el domingo la caída de tres vehículos con un saldo de doce muertos, "no pudo ser rehabilitado hasta el momento", admitió anoche el mayor de la Policía Caminera, Wilfredo Montecinos.
Las autoridades del Servicio Nacional de Caminos anunciaron que destacarán personal al lugar, mientras la prefectura gobernación de Oruro, a cuya jurisdicción territorial pertenece Curahuara de Carangas, comunicaron que volverán a enviar maquinaria para encarar la rehabilitación del tramo afectado por las inundaciones.
El mal tiempo que se abate en la región continuaba perjudicando la reparación de la plataforma de 30 m que se desplomó el viernes sobre el río Quellcata, dejando cortada la ruta.
Las exportaciones bolivianas tienen a Arica (norte de Chile) como principal puerto de salida.
Las incesantes lluvias que azotan desde enero diversas zonas de Bolivia han cobrado hasta el momento más de 200.000 damnificados, según fuentes de la oficina de Defensa Civil.
A mediados de febrero, las lluvias provocaron el desborde de tres afluentes del río Desaguadero que asoló los sembradíos y las viviendas de unas 3.000 personas.
La mayor cantidad de damnificados, atendidos por las organizaciones de salvataje entre enero y marzo, radican en La Paz (103.790 personas).
