SANTIAGO.- Ante la preocupación de la población y de sismólogos por un eventual terremoto en Chile, el director de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), Alberto Maturana, restó importancia a los últimos temblores que han afectado a la zona norte y centro, y atribuyó la emergente actividad sísmica de las últimas semanas "a una situación normal en un país como el nuestro".
Maturana llamó a ser cauto en este tema para no provocar temor en la gente, y negó que esta situación sea una señal de un posible movimiento telúrico de gran magnitud.
Señaló a Orbe que por ahora "no existe ningún método de predictibilidad en todo el mundo que pueda pronosticar la hora, el día, el mes, el año o dónde se pueda producir un terremoto".
Asimismo, señaló que tampoco hay certeza de lo que pueda significar la reciente actividad sísmica en Chile, indicando que lo único que se puede decir "que es una situación normal en un país sísmico como Chile".
Explicó que en todo el mundo "la sismicidad pasa por momentos bajos y altos", indicando que movimientos de tierras anteriores a un terremoto se producen en los llamados "enjambres sísmicos", los cuales -dijo- tampoco son predecibles.
Por ello, sostuvo que "para que algo sea alarmante tiene que ser evidente y con un resultado que se acompañe científicamente".
En todo caso --aseguró Maturana-- la Onemi tiene planes y programas de emergencia ante la eventualidad de un terremoto.
Puntualizó que por ello se pudo evitar mayores desastres en el terremoto de 1995 de Antofagasta donde sólo hubo tres víctimas fatales y "que fue de igual magnitud que el terremoto de Turquía, con 30 mil muertos, y que el terremoto de Armenia, Colombia, con 30 mil muertos".
"Nuestro país dispone de un sistema que garantiza a la población un menor impacto en las personas y en sus bienes ante un terremoto", afirmó el director de la Onemi.