SANTIAGO.- El vicario de la Pastoral Social, monseñor Alfonso Baeza, manifestó su preocupación sobre una eventual movilización en cadena en las cárceles de Chile en protesta por el incendio del recinto penitenciario de Iquique donde murieron 26 reclusos.
Al respecto, el prelado consideró el hecho como "horroroso" y dijo sentirse "consternado, es una señal del Señor de que debemos preocuparnos de las personas que están recluidas en las cárceles".
Asimimo, dijo que parece inverosímil que en sólo cinco meses se repite una catástrofe similar a la que ocurrió el 11 de diciembre en el penal de San Miguel, donde 7 internos perdieron la vida en un incendio.
El vicario aseguró que le consta que se están efectuando adelantos: "En la ex penitenciaria se han realizado varias mejorías en las celdas de castigo, por ejemplo, pero todo es un proceso, no se puede cambiar de un día para otro".
No obstante, monseñor Baeza reconoció que uno de los tópicos que aún no se soluciona es la convivencia entre reclusos y gendarmes, a quienes calificó como "personas que trabajan jornadas completas, que cumplen largos turnos y yo creo que esto incide en que no tengan buenas relaciones con los presos", opinó.
"No es que los justifique, pero el trato puede cambiar si mejoran las condiciones de trabajo y se aumenta el número de funcionarios. Cuando hay exceso de trabajo, las relaciones se deterioran, especialmente en personas en las que no hay una relación de amistad y cariño", indicó.
Monseñor Baeza participó como mediador en la huelga de hambre que 11 mil reos efectuaron durante nueve días en protesta por los siete presos muertos en el siniestro de la cárcel de San Miguel en diciembre pasado.
