SANTIAGO.- El alcalde de San Miguel, Eduardo Ramírez (UDI), dijo que la única forma de que los municipios puedan cumplir con las tareas que les corresponde es a través del aporte directo de mayores recursos del Estado.
Por lo menos - agregó - el gobierno debe comprometerse a financiar en un ciento por ciento los servicios de salud y educación.
Destacó que la ley de rentas dos, referida a las exenciones a las contribuciones o en materia de impuesto territorial, no es la solución para suplir estas necesidades y "muy en particular para San Miguel, porque en la práctica le significa recibir cero pesos".
Por otra parte, Eduardo Ramírez afirmó que el municipio no está en condiciones de hacer frente a las deudas previsionales que dejó la administración anterior de Juan Carlos Godoy (DC) y que alcanzan un monto superior a los 3 mil cien millones de pesos. No obstante, sostuvo el edil, la vigencia de una ley especial que les faculta suscribir convenios con los acreedores, en éste caso, a 18 meses plazo, "es imposible que el municipio o la corporación municipal que maneja educación y salud pueda pagar".
Consultado los motivos por los que hoy esta alcaldía debiera asumir esa carga económica, aclaró que las deudas son institucionales y por consiguiente quienes están al frente de las alcaldías deben responder por ellas, sin perjuicio de que en su oportunidad se establezcan las responsabilidades judiciales de quienes incurrieron en ellas, y, en eso, agregó, "los tribunales son autónomos y en su momento deberán aplicarlas".
Finalmente, el alcalde de San Miguel destacó que el último mensaje del jefe del Estado lo apreció como una invitación a los chilenos a dejar atrás años de desencuentros para así todos caminar en una sola dirección.
A su juicio, ahora "debiéramos tomar las palabras del Presidente, tomar sus promesas que en definitiva pueden paliar la situación de desempleo que viven muchas familias y de ahí en adelante ser más estrictos no solo quienes están en el servicio público, sino toda la ciudadanía respecto de las cosas que dice o promete el Mandatario".
Añadió que en la medida que la gente aprenda en Chile, civilizadamente, a representar a la autoridad y manifestar su descontento, los gobiernos en general van a cambiar su forma de ser y a apegarse más a lo que ofrecen y hacerlo en el menor tiempo posible, concluyó, Eduardo Ramírez.