SANTIAGO.- Después de haber participado en Roma en el reciente Consistorio convocado por el Papa Juan Pablo II, regresó esta mañana al país, alrededor de las 8.00 horas, el cardenal azobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz Ossa.
La reunión de los cardenales del mundo, en esta ocasión, convocó a 153 participantes y se realizó desde el 21 al 24 del presente mes en el Vaticano y tuvo como tema de reflexión "Las perspectivas pastorales de la Iglesia en el tercer milenio".
"Fue el primer consistorio en que me tocó participar. Tuve mucha alegría de escuchar a tantos cardenales y sentir el aprecio que le tienen a la labor del Santo Padre. Hay una unidad muy grande en torno a él como el sucesor de Pedro que vela por la comunión y unidad de la Iglesia", señaló el Cardenal Errázuriz a la prensa que le consultó sobre su evaluación del Consistorio.
Agregó que durante las reuniones, los cardenales tuvieron la oportunidad de manifestar sus opiniones respecto del futuro de la Igelesia en un ambiente de mucha libertad y confianza.
"Los aportes que se entregaron fueron muy importantes, distintas índoles y de las más variadas realidades, desde temas relacionados con la secularización hasta la situaciones de violencia, guerras e injusticias sociales".
Uno de los temas tratados en las intervenciones de los cardenales -señaló el cardenal Errázuriz- fue el relacionado con el uso de los medios de comunicación en la evangelización.
"Hay un aprecio grande por las posibilidades que dan los medios de comunicación para transmitir el anuncio de Jesucristo en este tiempo", dijo.
El arzobispo de Santiago, por otra parte, desmintió que durante el Consistorio se haya tratado el tema de la sucesión de Juan Pablo II. "No se trató el tema. El Papa ha sobrevivido a muchos candidatos a Papa, de tal manera que nadie pierde el tiempo haciendo conjeturas. Son muchas las personas posibles. Llegado el momento Dios dará la gracia para saber quien es el más adecuado", indicó.
Consultado sobre la salud de Juan Pablo II, el arzobispo de Santiago manifestó que "se le ve débil físicamente, con dificultades para caminar, siempre el temblor de su mano, muy encorvado.Sin embargo, es impresionante el vigor espiritual. Después de un Año Jubilar en que tuvo tanta actividad y trabajo, lo lógico es que se hubiera tomado un tiempo de descanso, pero inmediatamente al terminar el año saca su Carta Apostólica "Al comienzo del nuevo milenio" y convoca a los cardenales para el Consistorio para que colaboren con él en la tarea post conciliar".
"El tiene una profunda gratitud por todos los frutos que Dios regaló durante el año Jubilar y sentía por eso la responsabilidad de dar un nuevo impulso a la Iglesia para que fueran fecundo todos esos frutos", concluyó.
