SANTIAGO.- La justicia chilena solicitará la colaboración de peritos del FBI en las diligencias ordenadas por la Corte Suprema para el esclarecimiento del caso por la desaparición del conscripto Pedro Soto Tapia, ocurrido en 1996.
Así lo dio a conocer la abogada querellante en esta causa, Julia Urquieta, junto al senador Carlos Ominami (PS) y los padres del malogrado joven, Pedro Soto y Herminia Tapia.
La jurista reafirmó su tesis que la muerte de Soto Tapia, investigación que sustancia el ministro Manuel Silva Ibáñez, corresponde a un homicidio, en torno al cual se habría montado toda una "operación de encubrimiento" por parte de los responsables.
No obstante, tanto la abogada Urquieta como el senador Ominami coincidieron en su satisfacción por el dictamen del máximo tribunal de ordenar diligencias a cargo de un nuevo equipo de peritos del Servicio Médico Legal (SML), con la participación de expertos estadounidenses.
Explicaron que la necesidad de un nuevo procedimiento pericial se fundamenta en las contradicciones de los profesionales del SML, que derivaron el resultado de causa indeterminada de muerte del joven. Además, cuestionaron el accionar del Consejo de Defensa del Estado (CDE), ya que a juicio de la jurista y el parlamentario este organismo últimamente no ha contribuido positivamente en el proceso.
"En esta última etapa de la investigación no ha habido real participación del CDE", preciso la abogada, quien indicó que el representante de esta instancia en un momento determimado también se manifestó a favor de cerrar el sumario.
Por ello, Ominami informó que en los próximos días se reunirán con la presidenta del CDE, Clara Zcscaranski, para solicitarle "una intervención más enérgica" del organismo que dirige.
Julia Urquieta reiteró hoy que en la primera etapa del proceso abierto por la muerte de Soto Tapia "quedó acreditado el homicidio", tanto por el testimonio de otros conscriptos como también por las pericias realizadas en el SML. Sin embargo, diligencias posteriores de peritos del SML desvirtuaron este resultado y consignaron la causa del deceso de Soto Tapia como "indeterminada".
Junto a ello, cuatro conscriptos que habían declarado como testigos y sobre cuyo testimonio se fundó la tesis del asesinato, se retractaron de su versión, aduciendo haber sido victimas de torturas y otras formas de apremio ilegítimo.
La investigación para establecer si realmente los compañeros del soldado fueron presionados por sus superiores para modificar sus dichos, forma parte de un cuaderno aparte dentro del sumario que sustancia el ministro Manuel Silva Ibáñez, recordó Julia Urquieta. A su juicio, está claramente demostrado que "participaron diversas personas en este homicidio, que pueden ser civiles y militares".
