SANTIAGO.- La Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza dio a conocer hoy cuatro propuestas para superar la pobreza en el país, ello a raíz de las últimas cifras dadas a conocer por la Encuesta de Caracterización ocioeconómica Nacional (Casen) 2000, la que constató un estancamiento en el proceso de reducción de la pobreza y la indigencia, particularmente en la última mitad de la década.
La Encuesta reflejó que si bien la pobreza disminuyó en un 18% en la década de los 90 y la indigencia bajó un 7,2%, en los últimos dos años los niveles de indigencia registran el aumento más alto en términos absolutos, pasando desde 820.000 a 849.000 personas.
Frente a esta situación, la entidad a cargo del académico José Bengoa, señaló que la evolución de la situación de pobreza ha llegado a un punto estructural que requiere movilizar simultáneamente diversas iniciativas para fortalecer las estrategias de superación de la pobreza.
Por ello, la Fundación propuso despolitizar el tema de la pobreza; integrar las
políticas públicas para garantizar estándares mínimos; Crear una autoridad social; y poner el tema de la superación de la pobreza en el centro del debate político-económico.
Al analizar situaciones reales de personas que se ubican levemente sobre la línea de pobreza, Bengoa comentó que se aprecia la vulnerabilidad de esas familias frente a los cambios en los ingresos, que los pueden llevar de nuevo bajo la línea de pobreza. Por lo anterior, dijo, los datos de la Casen interpelan no sólo la eficacia de las políticas públicas, sino también la estructura de empleos y salarios en el país.
Agregó que a pesar que el país sigue creciendo a tasas más reducidas, los resultados de la encuesta muestran que el crecimiento por sí solo no es garantía para elevar los niveles de empleo, ni reducir la pobreza.
Por otra parte, dijo que es posible estimar que la misma situación de estancamiento de pobreza, tiene como lógica consecuencia que la distribución de la riqueza se mantendría inalterada o se concentraría cada vez más en los grupos con mayor poder adquisitivo.
Bengoa señaló que la discusión sobre la pobreza debe recuperar el espacio político y social que la sitúa como desafío ético para el desarrollo integral de nuestro país.
"La urgencia de las transformaciones sociales para la superación de la pobreza
obligan a un tránsito desde las agendas doctrinarias y electorales a la agenda pública y ciudadana que debe ser compartida y comprometida socialmente", añadió.
Para la Fundación no basta focalizar para reducir los efectos de las crisis y generar nuevos ingresos a los más pobres o indigentes. También se debe promover el desarrollo de los sectores vulnerables que se ubican sobre la línea de pobreza (sectores "medios pobres").
Bengoa señaló que salir de la pobreza también requiere de un "lugar" adecuado donde llegar, para seguir desarrollándose.
A este respecto, la Fundación insiste en la necesidad de avanzar en lograr estándares mínimos garantizados que permitan el ejercicio de los derechos de todos los chilenos y chilenas en el acceso equitativo a la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, la cultura, la justicia.
La entidad considera además urgente que el Estado construya una organización nueva para articular la nueva política social. A su juicio, debe ser una organización fuerte, con alta capacidad de incidencia política, descentralizada, con recursos apropiados, con espacios de gestión abiertos a la participación de la sociedad civil, con capacidad para articular las políticas sociales, y relacionar los temas sociales y económicos.
Bengoa dijo que si concordamos que la superación de la pobreza y la equidad son tareas colectivas de país, estos aspectos deben orientar la agenda pública. Agregó que la discusión sobre el salario mínimo, rebaja o aumento de impuestos, distribución de ingresos, deben considerar la situación de pobreza de muchos chilenos y chilenas.
"Construir alternativas concretas y realistas, de cara al presente y futuro del país, requiere una apropiada convergencia de esfuerzos públicos y privados", añadió.
La Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza es una institución privada sin fines de lucro con intereses públicos. Tiene como misión la construcción colectiva de una cultura solidaria, para el desarrollo humano sustentable de las personas que viven en condiciones de pobreza y exclusión social.