SANTIAGO.- Chile contará en el 2005 con la autopista urbana más moderna de Latinoamérica, que atravesará Santiago de norte a sur en un tramo de 61 kilómetros, informó el martes el Gobierno y el grupo privado a cargo de las obras.
Con una inversión de 450 millones de dólares, la llamada "Autopista Central" forma parte de un ambicioso plan de concesiones viales a privados, orientadas a resolver los graves problemas de congestión vehicular y contaminación en la ciudad.
"Este es uno de los proyectos más importantes del sistema de concesiones y Chile será el tercer país en el mundo y el primero en Latinoamérica con una carretera de estas características", dijo el subsecretario de Obras Públicas, Juan Carlos Latorre.
La carretera será construida en varios niveles y con tramos subterráneos que permitirán el desplazamiento dentro de la ciudad a una velocidad de 110 kilómetros por hora sin detenciones.
El consorcio que la operará está formado mayoritariamente por la constructora española Dragados y la sueca Skanska, que controlan en conjunto el 96 por ciento de la sociedad. Además participan las chilenas Belfi y Brotec con un dos por ciento de propiedad cada una.
Las obras se inauguraron a comienzos de julio y la construcción se extenderá hasta el 2005. Para entonces está previsto que la carretera atraviese 14 municipios en áreas de la ciudad con bajo desarrollo urbano.
Santiago, que aglutina a un tercio de los 15 millones de habitantes del país, tiene un sistema de transporte privado y público virtualmente colapsado y que genera anualmente 5.000 toneladas de polvo contaminante que deteriora la salud de sus habitantes.
Además, la capital se encuentra prácticamente dividida entre oriente y occidente por la carretera Panamericana, que no cuenta con vías de conexión apropiadas entre las dos zonas.
El presidente del consorcio Autopista Central, Enrique Rey, explicó que la nueva vía corregirá ese defecto a través de cientos de ramales laterales de acceso a la ruta principal y cruces sobre nivel para las calles perpendiculares a la carretera.
Pero la modernización más importante es el mecanismo para el cobro de derechos por la utilización de la vía. Se trata de antenas que detectarán el ingreso y salida de vehículos de la autopista a través de un sensor colocado en los automóviles.
De esta manera no habrá ninguna detención en el trayecto y los cobros llegarán por correo al domicilio de los usuarios.
"Este es un sistema inédito en América Latina y sólo está vigente en Australia y Canadá", dijo Rey.