SANTIAGO.- El padre de la niña Cony Ossa, afectada de fibrosis quística, y el abogado Gonzalo García, interpusieron hoy ante la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso de protección en favor de la niña, de un año y 10 meses de edad, debido a que no habría sido tratada en forma correcta de su enfermedad genética.
En el recurso se alude a actos y omisiones ilegales y arbitrarias en que el Estado habría incurrido y que incidirían en la perturbación, amenaza y privación del derecho a la vida de la pequeña.
La acción solicita que se ponga a la niña en forma urgente a cargo de un grupo multidisciplinario de especialistas, que se obligue al Gobierno a adoptar las medidas necesarias para salvar la vida de la pequeña y que, de no existir presupuesto para ello, se solicite ayuda internacional.
El líbelo recurre contra el Presidente Ricardo Lagos y la ministra de Salud, Michelle Bachelet, y especifica la necesidad que se le otorgue tratamiento adecuado a Cony Ossa, en particular, la posibilidad de que sea hospitalizada en alguna unidad de aislamiento con el fin que pueda ser operada de reflujo, provocado por los medicamentos administrados, sin riesgos de sufrir infecciones.
El padre de la niña, Patricio Ossa, aseguró que los problemas graves que la niña tiene "ya sobrepasaron a los medicamentos, y ella necesita ahora ser tratada por especialistas multidisciplinarios".
Relató que le fue coartada la posibilidad de viajar junto a su hija a Dinamarca, nación que cuenta con los especialistas en el tema y que podría haberle otorgado el mejor tratamiento, "porque el Gobierno le mintió a ese país diciéndole que todo estaba solucionado y que yo era un papá conflictivo".
Patricio Ossa señaló que, al igual que en el caso Alto Hospicio, los sectores más pobres son discriminados aquí abiertamente.
¿Qué es la fibrosis quística?
La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria (si dos padres portadores se unen y heredan ambos genes enfermos), cuyo síntoma principal se manifiesta en que las secreciones de los bronquios, páncreas, intestinos y bilis se espesan, lo que provoca a la larga daños a estos órganos.
En Chile 60 niños nacen enfermos de fibrosis quística cada año, más de la mitad muere sin ser diagnosticado y uno de cada 35 chilenos puede transmitir sin saberlo la fibrosis a su hijo.
Además, esta enfermedad en Chile es diagnosticada alrededor de los cuatro años, tiene un manejo no suficiente por falta de recursos y cada enfermo vive en promedio doce años, a diferencia de los países desarrollados, donde el promedio es de 38 años.
El problema afecta a una gran cantidad de padres que deben gastar grandes cantidades de dinero para ayudar a que sus hijos prolonguen su vida.